martes, 14 de diciembre de 2010

INVIERNO



Aquí, en silencio,
Cae la tarde del gélido invierno
Escucho los aullidos del viento
Retozando,
Aventando espíritus solitarios.
Aguzar los oídos a los latidos del corazón
Envuelto en el crepitar de las ascuas,
Susurran su lento caminar
En la tenue luz del crepúsculo en la ventana.
Aletargado mi aliento vaga
El frío me hiela el alma, inverna mis palabras.
No hablo, desaparecí.
Necesito tus besos aun en la distancia,
Ellos pueden, como a la dama durmiente
Despertar mis manos
Llenar las nevadas páginas
De letras,
Bostezos del alma
De sentimientos,
Sonrisas y calma
De nostalgia,
Pasados de dicha, abrazos muertos,
Inspiraciones que marcharon a otros orbes,
Relatos que perdieron su aura.
Anhelo el calor de los mimos
De la luz del guerrero
Lejos se acallan
Apenas un murmullo
En esta inclemente estación
Pocas señales dan cobijo a mis desganas.