martes, 22 de febrero de 2011

REFLEXIONES.




Todos tenemos virtudes y defectos, pero tanto las virtudes como los defectos pueden ser llevaderos o insoportables.
A lo largo de nuestra existencia pasan muchos seres por nuestro lado, unos nos acompañan para siempre, otros por un tiempo y otros se marcha casi en el mismo instante de haber llegado. Estos seres se les puede ver venir a primera vista o se les tarda en conocer, también están los que nunca terminas de entender, o aquellos que jamás hubieras pensado en sus enrevesadas actitudes. Otra alternativa es aquellos que me van descubriendo, les gusto y me acepta o salen despavoridos, yo tampoco soy un ángel.
Lo cierto es que cuando llevas un tiempo con alguien al lado, ya sea amistad, familiar o compañero vas distinguiendo pinceladas de su personalidad. Esas pinceladas, como a mí me está pasando, te sorprenden, te dejan fuera de lugar e incluso te pueden llegar a decepcionar.
Llega un instante que el desencanto es intragable y a mi edad, no tengo tiempo ni para justificaciones ni mentiras. Me sobran los embrollos; quiero sencillez y simplicidad, aunque a muchos les parezca aburrida mi existencia. Subrayo que considero y lucho por mis amigos, aceptándoles tal como son. Pero no es la primera vez que alguien a quien creo amigo me utiliza y me falta al respeto, dejando al descubierto su falsa amistad. Entonces soy como la guillotina, corto por lo sano y sigo luchando por los amigos que verdaderamente lo son, con una simple sonrisa, un oír y compartir o si hay que intercambiar mil perdones.
Hoy busco transparencia en las actitudes humanas, en la amistad; me superan los que se encuevan y jamás sabes por dónde van a salir; o aquellos que embrollan, lían, maquillan situaciones en su propio beneficio, dicho sea de paso y lo hacen hasta sin darse cuenta, pues es su forma de sobrevivir.
No, señores, no, dejémonos de mentiras y retoques, soy como soy, quien le guste aquí estoy y a quien no, pues que sea feliz y otra historia. Como ya les dije, no tengo edad para chiquilladas.
Me gusta que el sol haga resplandecer las sábanas blancas.

miércoles, 9 de febrero de 2011

MANOS.




Dos manos que pueden ser cien, extiendas o des.
Dos manos que una horca son, si aprietas mi cuello, si ahogas mi voz.
Manos, quiero ver lo que cuentan, sin maquillar alegación.
Me gustan las que la tierra labran, riegan la flor.
Me atraen las que los llantos limpian con pañuelos de color.
Y también las que escriben mensajes desde el corazón.
Manos arrugadas por la vida y la pasión.
Honestas que no delatan, la justicia tienen por razón,
Manos que se dejan llevar por su intuición.
Que ayudan al que carece de fuerza en la batalla del dolor.
Manos con sangre, lloran las infamias y la aversión.
Con cicatrices del esfuerzo por caminar cuando los pies extintos son.
Manos que rozan mi pelo y me confieren su olor.
Manos que dan la mano para llegar al sol.
Aborrezco las que golpean o aprisionan.
Que se alejen las que la vida despojan sin aflicción.
Manos que engañan, no las quiero, no.
Si las escondes para mentir y ocultar la traición,
Algún día unos grilletes asfixiaran su expresión.
Aunque no hay mayor inquisidor que la conciencia del mismo yo.
Mis manos pequeñas, con indicios del pasado que el tiempo no borró
Les gustan las palabras y el teclado del ordenador
Les gusta acariciar las pequeñas manos de la Estela de mi canción.
Aprietan fuerte las de los amigos que bailan con mi son.
Y a Mario, de vez en cuando, le recriminan su novata obstinación.
Me agradan, viven satisfechas, sin rencor
Luchan, porque al menos mi entorno, sea un poco mejor.

19-2-2009

martes, 8 de febrero de 2011

LA LLUVIA DE LA VIDA




La lluvia sobre mi tejado,
destierra sed, pasado.
Resbalan las gotas, como las lágrimas
para definitivamente morir,
no en vano.
Tierra y alma depuradas,
fresca fragancia,
hierba mojada,
brotes de una nueva Ilusión.
Ya no soy
evolucione, liberé cadenas,
no me justifico
con nada ni nadie
haré lo que me satisfaga,
lo que serene mi inquietud.
Deleitaré cada instante con el alma.
Si me apetece contemplar la lluvia,
disfrutar del instante,
sonreír al cielo
Y en el sillón dormida
Soñaré.
Un sol inmenso.

Hace, mas o menos dos año, compuse esta poesía. Aún no estaba curada como hoy, pero comenzaba a limpiar mi alma.
Espero que os guste

martes, 1 de febrero de 2011

AMOR





Tú me dices que el amor no existe,
Pero aun siendo ínfima su existencia
Es y será infinita.
Pues yo le sueño
Y sé que tú
En la profundidad de tus entrañas
También le anhelas.
Quieres serenar tu espíritu
Con su presencia.
Y yo, feliz por haber gozado de sus revelaciones,
Quiero que tú compartas,
Que des y recibas
Su aliento en tu oído
Susurrando caricias
Ardiente candela.
Mira con los ojos del alma
Siente el crepitar de la llama
Cuando tu mano roza mi espalda.