lunes, 6 de julio de 2015

ESENCIA A PECADO

Ilustración de Sergio Martínez Cifuentes

“Lilith es el nombre dado por el Talmud a la primera mujer de Adán, madre de gigantes y demonios, según las leyendas rabínicas. Lilith acabó rebelándose contra Adán y contra Dios, y voluntariamente abandonó el Paraíso “

Ese aroma almizclado era su aroma. No la estela que dejaba a su paso o la fragancia de su caro perfume. Era la esencia de las horas inciertas bajo sus sábanas. El deseo irreprimible que a penas no me dejaba respirar cuando sus manos se deslizaban por mi torso, cuando su cuerpo cabalgaba sobre el mío. Siempre tras los gemidos y jadeos aquel olor que se quedó impregnado en mi alma.

La nostalgia me hizo estimar tu presencia. Obsesionado, la vida dejó de interesarme. Solo su aroma podía apaciguar la violencia de la inhibición.

Hoy, tras mucho tiempo, usurpó mi olfato, mi tacto, mi gusto… mi espacio. Vuelvo a tenerla entre mis brazos, entre sedas y encajes. Jamás volverá a alejarse aunque perezcamos en el intento, el infierno será mi destino, o el de ambos. Soy culpable del deseo fanático que siento por ella. Tú eres Lilith, la que surgió del averno para arrastrarme.

¡Qué importa una eternidad en llamas!