tag:blogger.com,1999:blog-48154210947122913642024-03-21T23:41:04.223+01:00Intuiciones de Luna AzulINTUICIONES DE LUNA AZUL
©Copyright. 2010-2011 Loladc. Todos los derechos reservados.
<a href="https://plus.google.com/108893062378869203251" rel="publisher">Google+</a>Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.comBlogger134125tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-65663697759758226122021-05-27T22:46:00.003+02:002021-05-27T22:49:08.170+02:00El Aroma Dulce y Tostado del Pan<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZg58F_wKEKLG1d8GEkmY_ur_OYk8YImZ7txeARauFVZhJYWPoCtqFmxIofcvAOsVGE18vLNVgXYMVanK_B4bfAreSuYZlFQB1FClzLchWvwgxywp-S_taFjz4KPoOD2kJaRh_kr_o4R_j/" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="350" data-original-width="469" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZg58F_wKEKLG1d8GEkmY_ur_OYk8YImZ7txeARauFVZhJYWPoCtqFmxIofcvAOsVGE18vLNVgXYMVanK_B4bfAreSuYZlFQB1FClzLchWvwgxywp-S_taFjz4KPoOD2kJaRh_kr_o4R_j/" width="320" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal"><b>“La literatura está llena de aromas” Walt Whitman</b><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Todos los días el mismo recorrido. Suelo pasar por el
obrador de mi amiga Elena y, por supuesto, le compro el pan y algún capricho
dulce cuando regreso a casa. Hoy me ha ocurrido algo inusual y que apenas
recordaba. Había a la puerta del obrador un coche de un amarillo pastel que,
junto con el aroma a pan recién horneado, dulce y tostado, trajo una imagen que
hacía tiempo no evocaba. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Cuando era pequeño, unos cinco o seis años, todas las
mañanas, se oía el pitido del coche del panadero en la calle. La mayoría de las
vecinas bajaban a la par. Un Renault seis amarillo pálido, con el portón
trasero abierto, exponía cestos de mimbre llenos de pan recién hecho junto con
galletas rizadas de tahona y magdalenas. Guille, un hombre delgado y de sonrisa
amable, nos recibía y a todos los pequeños nos obsequiaba con una de sus
galletas doradas y a rayas que tanto me gustaban y me siguen gustando. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y es que ese momento de parloteo entre vecinas, risas entre
amigos, envuelto por el olor a pan eran un instante de placer indescriptible.
Ahora en mi recuerdo percibo algo que entonces en mi inocencia no veía, y era
el flirteo amable del panadero con mi madre. Su efusivo saludo ¡Buenos días, Lola!
¿lo de siempre? Seguido de su caricia en mi ensortijado cabello y acompañado de
la galleta.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Después llegaron las panaderías y hoy nos decantamos por los
obradores que con el mismo aroma nos reciben, pero han perdido el encanto de
bajar a la calle y compartir con la vecindad aquellos instantes que nos llenan
el alma de entrañables recuerdos<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Así pues, hoy a Elena le he pedido una bolsa de galletas
rizadas. No me he resistido a la tentación de ir por la calle comiéndome una
galleta con una sonrisa bobalicona y la mente volando hacia la ternura de la
niñez. Hace tiempo que supe que Guille, tras unos años con la memoria perdida, inició
su último viaje, dejando su legado, un obrador. Vayan por ti amigo mis
recuerdos, por tantas y tantas mañanas de instantes dulces y tostados. Tal vez
en aquellos lejanos lugares sigas repartiendo pan con tu sonrisa.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0Toledo, España39.8628316 -4.027323099999999411.552597763821154 -39.1835731 68.173065436178845 31.1289269tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-77290146675678392872021-03-23T15:02:00.000+01:002021-03-23T15:02:45.230+01:00¡Buenos días!<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGpLEwriJCn7dnA04d48DZrcnQ1VZJRn03u3rIcmXNJcos5FGJIMqRcJeSL5i1osViwt886xeKeG7oRwYzjqLKKxFkb_vmu2BbL_drvjepcejOs1U9d8zPP8FZwVp54mFQXWpPByV-PB61/s556/Imagen1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="556" data-original-width="440" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGpLEwriJCn7dnA04d48DZrcnQ1VZJRn03u3rIcmXNJcos5FGJIMqRcJeSL5i1osViwt886xeKeG7oRwYzjqLKKxFkb_vmu2BbL_drvjepcejOs1U9d8zPP8FZwVp54mFQXWpPByV-PB61/s320/Imagen1.png" /></a></div><br /><b><br /></b><p></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b>“Lluvia de
primavera; ¡pobre de aquel que nada escribe!” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Yosa Buson<o:p></o:p></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">Tras un año de retiro obligado, el tiempo va pasando factura
y hay días en que al ánimo le cuesta remontar. Imprescindible que salga el sol
y vayan floreciendo las plantas, oír el gorjeo de los jilgueros y el verdor de
los campos tras la nevada. Hemos de comenzar a salir de este letargo.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Hoy tras una noche gélida sale el sol y parece que más
fuerte. Igual que caldea las raíces de los árboles quiero que abrigue las mías.
Y con una taza de café entre mis manos y de frente al astro rey, cierro los
ojos y escucho como me habla el mundo que me rodea. Disfruto del despertar de
la primavera. Pasan unos vecinos esbozados en sus mascarillas y nos saludamos
con cordialidad. Es gratificante poder hablar, aún manteniendo los dos metros
de distancia, poder comprobar que seguimos vivos superando aciagos meses.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Sigo frente al sol y noto su calor, pasa un desconocido,
andando ligero, me saluda con timidez. Y a los diez minutos vuelve a pasar, con
su zancada rápida. Cada cual activa su neurona y músculos como puede. Y tras
otros diez minutos vuelve a aparecer, pero esta vez se detiene, con una leve
sonrisa deja en el muro de la fachada un ramillete con bocas de dragón
silvestres amarillos y margaritas. Sin mediar palabra le agradezco su gesto con
una sonrisa. Retoma su camino y le despido con un ademán de la mano.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Recojo el ramillete y me meto en casa. Coloco las flores en
un jarroncillo y enciendo una vela, prendo un Palo Santo. Poco a poco se
esparce el humo llenando la habitación con su aroma dulce y leñoso, mientras
susurro “Que el espíritu del Palo Santo limpie y proteja este hogar. Que esta
madera sagrada atraiga a este hogar las mayores bendiciones y fortunas.
Gracias. Gracias. Gracias.”<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">El día promete y siento como las cadenas que oprimían el arrojo
se hacen añicos. Respiro con profundidad, la vida es bella si podemos
vislumbrar los pequeños detalles de cada día y apreciarlos, porque esa es la felicidad,
los pequeños y brillantes fragmentos de lo cotidiano.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-69067357903419641532021-02-01T12:50:00.007+01:002021-02-01T16:34:28.259+01:00LA PIRATA QUE LLEVO DENTRO
<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqmmvNyjhwgTO6ZkLQc3g0H7TQvRTmz5xT_up_DYaej0yIm5ia0X_WN03w1OtC50_BAUheCRsZwraxPIuL0kmNgwlXvmjVzZBlI1RU2ZywX75G1iZeMUJ25a-TUjziJorMdsVLHN7EjY5w/s601/pirata.png" style="display: block; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="601" data-original-width="410" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqmmvNyjhwgTO6ZkLQc3g0H7TQvRTmz5xT_up_DYaej0yIm5ia0X_WN03w1OtC50_BAUheCRsZwraxPIuL0kmNgwlXvmjVzZBlI1RU2ZywX75G1iZeMUJ25a-TUjziJorMdsVLHN7EjY5w/s400/pirata.png" /></a></div>
<b>“Sabes demasiado, viejo pirata. Un contrabandista tenía que conocer a los hombres tan bien como las mareas o no duraba mucho tiempo en el negocio.” George R. R. Martin</b> <div><br /><div>Tras dos meses de paro literario obligatorio por hospitalización y convalecencia intento retomar actividad. No es nada fácil, aunque podría narrar muchas anécdotas que me han ocurrido en este tiempo, muchas nefastas, otras generosas y alguna que otra que había que tomárselas con humor. Dados los tiempos de cambio y dificultades que nos han tocado prefiero escribir siempre hacia la esperanza y el optimismo.</div><div><br /></div><div>Conviví durante dos semanas con la demencia y el olvido, con el dolor de otras personas, con la negligencia administrativa que conlleva más sufrimiento añadido a la enfermedad. Pude comprobar que la mayoría de los profesionales son estupendos y que, algunos de ellos (médicos), carecen de empatía y educación pues ellos no han estudiado diez años para trastabillar con obstáculos burocráticos (palabras textuales) y sufrimiento de las personas. Aunque después de esas dos semanas caí en manos de dos traumatólogos de comprensión y trato considerable, humanos. </div><div><br /></div><div>Y no quiero ya hablar del dichoso virus y la consabida pandemia; dormía incluso con la mascarilla y todo el día con el desinfectante a vueltas y sin moverme de mi cama. Una mañana me dio unas décimas de fiebre ajenas al bicho, pero pude comprobar como el pánico se apoderó de mi entorno. Con rapidez me hicieron una “pcr” y, tras saberse negativa, las aguas volvieron a su cauce.</div><div><br /></div><div>Cohabité con personas desconocidas, ingresadas también y familiares, con los que el sufrimiento te une, incluso para siempre. Personas buenas que comparten desde un dulce, una botella de agua o palabras de ánimo, aunque su corazón también esté destrozado. </div><div><br /></div><div>Mi agradecimiento eterno a mis ángeles que velaron por mí en todo momento. A mi hija que a penas se separó de mi cama porque no podía entrar nadie más y a mi hijo, padres, hermano y sobrino que sufrieron en silencio y en la distancia cada instante. He de dar las gracias a la tecnología que me permitía verlos y hablar con ellos todos los días. </div><div><br /></div><div>Y no puedo dejar de mencionar a todos los amigos que no han dejado de estar presentes en estos aciagos días y siguen preguntándome e interesándose por mí. En los malos momentos es donde se desnuda el corazón de los camaradas.</div><div><br /></div><div>En fin, que tras diez y ocho días por los entornos hospitalarios volví al añorado hogar con mis seres queridos y mis gatas. Ya con el luto y el adiós a una parte de mi cuerpo, dispuesta a retomar la existencia sin ella. Asumí que la vida y las personas son maravillosas y que tenemos que seguir hacia delante; uno se posesiona, llora, se despide de su pie y cierra el cuento definitivamente. </div><div><br /></div><div>Y aquí me tenéis, transformada en una pirata literaria, eso sí por la falta de mi pie, que no pretendo saquear ideas a nadie. Cambiaré el loro por mis gatas que siempre anda cerca de mí y del ordenador donde escribo. Y mi barco será la imaginación y mis libros que siempre me llevan lejos, muy lejos; o cerca, muy cerca del que disfruta con mis palabras. </div><div><br /></div><div>Seguiré surcando los mares, con una sonrisa en mi rostro percibiendo el aire fresco y sabiendo que soy una persona afortunada por todo el amor que me rodea, manejando el timón de mis sentimientos hacia rumbos siempre auténticos y positivos. Superando marejadas y tormentas con ánimo y sin desfallecer, dando voz a las injusticias. </div><div><br /></div><div>¡Brindar, compañeros Yo-ho, yo- ho la botella de ron! </div><div><br /></div><div>¡Gracias!</div></div>
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Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-78696109920046980272020-06-15T20:51:00.000+02:002020-06-15T20:51:13.940+02:00Diligentes y SagacesEste relato está escrito en homenaje a una de mis autoras favoritas, Karen Blixen. Muchas de las palabras del cuento están copiadas del mismo para darle a conocer de la manera más fiel, aunque el cuento real tiene más personajes y anécdotas. Espero que disfrutéis con él y que os anime a leer más trabajos de esta autora.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv8y1cb8tFR-exQ8geqR9eIpSB9uOP0vvamLub5-gW_oaMCxriDf32ZP97CS8P5QVKeSn9skDqUHrzIbzLM88uAZ6gxO0NmkQm6AjGbO3yPjPVJJVma5g8vMcEHWUXzoYWNqfsWKydnIA0/s1600/yo+ten%25C3%25ADa+una+granja.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv8y1cb8tFR-exQ8geqR9eIpSB9uOP0vvamLub5-gW_oaMCxriDf32ZP97CS8P5QVKeSn9skDqUHrzIbzLM88uAZ6gxO0NmkQm6AjGbO3yPjPVJJVma5g8vMcEHWUXzoYWNqfsWKydnIA0/s640/yo+ten%25C3%25ADa+una+granja.png" width="475" height="640" data-original-width="350" data-original-height="472" /></a></div><br />
<b>“En el arte no hay misterio. Haz las cosas que puedas ver, ellas te mostrarán las que no puedes ver” Karen Blixen</b> <br />
<br />
Ella vivía en su castillo, su hogar, otros opinaban que era una jaula de oro. En sus quinientos metros cuadrados de jardín y casa se sentía libre. Sus libros la aventuraban cada día a un universo nuevo y cada amanecer lo compartía con un personaje insólito. <br />
Amelia era una persona diligente de esas rápida en soluciones y compromisos, trabajadora incansable y sagaz. En estos tiempos de pandemias e inapetencias ni un solo día había dejado de mantener una rutina de actividades. Decidió apagar la televisión, mantener la boca cerrada y la imaginación errante. Y cada noche exhausta se dormía abrazada a un libro.<br />
Una noche conoció a un personaje inusual, de batallas perdidas y pasiones olvidadas entre las páginas de un libro de su abuelo. Un personaje taciturno, de tez blanca y ojos avispados, sobre su cabeza un gorro borsalino a juego con un abrigo marrón. Modales educados, pero ademanes toscos. Fue la primera noche intrigante de las muchas que la aguardarían de visitas imprevisibles.<br />
Recostada en su sillón de orejas, poco a poco fue perdiendo la consciencia agarrada de la mano de aquel personaje, y el libro calló al suelo. Todo quedó a oscuras hasta que atravesaron el umbral de una puerta desvencijada. Amalia se asomó a una habitación donde apenas había muebles, tan solo un sillón de oreja, el de ella, frente al fuego de la chimenea, un libro en el suelo y un candil de tenue luz.<br />
Sin saber cómo, al instante, estaba sentada dentro y la figura a sus pies, recostada en el suelo. Se quitó el gorro y una melena rubia y ondulada peinada en un elegante moño quedó al descubierto. Se desabrochó el abrigo y dejó ver un vestido blanco de corte sencillo con grandes bolsillos picudos a los lados. Se desanudó las trencillas de los zapatos blancos y marrones y los colocó al lado uno frente a otro, como para detener sus pasos. Sacó una boquilla y un cigarrillo de los bolsillos y tras encenderle soltó una bocanada de humo. Comenzó a hablar recostada en un cojín de reflejos sedosos.<br />
- “Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong...” pero tal vez conozcas esta historia. Me llamo Karen Blixen, pero me conocen como Isak Dinesen.<br />
- Claro que la conozco, es uno de mis libros favoritas −mis ojos se humedecieron de emoción− Memorias de África.<br />
- Me alegro, pero hoy te hablaré de Babette, una francesa huida de París que vivió varios años en una comunidad luterana austera.<br />
- Conozco también ese relato, se llama El festín de Babette. Hay partes de esa narración que me interesa muchísimo.<br />
- Supongo que sé cuál son −inundando el silencio con una carcajada− ¿Te apetece tomar una copa de vino de Borgoña, un Clos de Vougeot de chez Phillippe, cosecha 1845, eñ que acompañó al festín?<br />
De la nada aparecieron dos copas con un líquido rojo violeta aterciopelado. Amelia se llevó la copa a la nariz y percibió un aroma a vayas y especies. Karen volvió a dar una bocanada al cigarrillo, bebió un sorbo de vino, paladeándolo con lentitud y comenzó a narrar la historia de Babette.<br />
- En Noruega hay un fiordo llamado de Berlevaag. En una de sus casas amarillas vivían dos hermanas, Martine y Philippa, hijas de un deán luterano fallecido. Tenían una criada francesa, Babette que había llegado hace doce años a la casa de las hermanas fugitiva y loca de aflicción. Trabajaría para las dos hermanas sin cobrar un sueldo, además era una buena cocinera.<br />
La voz aterciopelada de Karen llenaba el silencio, era una contadora de cuentos magnífica, y a mí no había nada que me gustara más que una velada llena de palabras e historias. Seguí escuchando atenta entre sorbo y sorbo de vino.<br />
- Babette había conseguido ser una criada digna de confianza. Un buen día, de repente, informó a las hermanas que desde hacía muchos años compraba un billete de lotería francesa, y que un fiel amigo de París se lo seguía cogiendo cada año. El 15 de diciembre de 1883 se cumplía el centenario del nacimiento del deán; sus hijas querían celebrarlo como si su querido padre estuviese aún entre ellos. Un día el correo trajo una carta de Francia para Madame Babette Hersant. Le habían tocado diez mil francos de la lotería. Babette suplicó a las hermanas que le permitiesen preparar una cena francesa para conmemorar el aniversario del deán con aquel dinero.<br />
Amelia acurrucada en el sillón experimento una tremenda serenidad. Recordó aquellas veladas junto a su abuelo, cuando le leía uno de sus muchos libros y alimentaba su imaginación infantil. Le debía a su abuelo el don valioso de la lectura y el percibir los libros como objetos mágicos para viajar en el tiempo. Pero volvió al susurro de la narración del cuento de Karen.<br />
- Con todos los comensales alrededor de la mesa adornada con la sutil luz de las velas, se sirvió un vasito de vino amontillado, como el que estamos degustando nosotras. Tomaron el primer plato que era una excelente sopa de tortuga. Al servirse un nuevo plato se guardó silencio “¡Increíble, es un Blinis Demidoff! Mientras comían abordaban diversos temas sobre el deán sin comentar nada sobre la magnífica comida, como si llevaran toda la vida degustándola. Volvieron a rellenar los vasos, esta vez con Veuve Cliquot de 1860, Champagne. A medida que comían y bebían, los comensales se sentían cada vez más ligeros de peso y de corazón. Minutos más tarde, sirvieron uvas, melocotones e higos frescos. De lo que ocurrió más tarde nada puede consignarse aquí. Ninguno de los invitados tenía después conciencia clara de ello. Las viejas y taciturnas gentes recibieron el don de lenguas; los oídos, que durante años habían estado casi sordos, se abrieron por una vez. Canciones se difundían en el aire invernal. Cuando finalmente se disolvió la reunión, había cesado de nevar. Los invitados de la casa amarilla se fueron a pie y andaban haciendo eses. Era maravilloso para todos ellos haberse vuelto como niños; era gracioso ver a los hermanos luteranos, que tan en serio se tomaban entre ellos, inmersos en esta especie de segunda niñez. Babette no había participado de la dicha de esa noche. Las hermanas entraron en la cocina y le dijeron a Babette que había sido una cena maravillosa. Sus corazones se llenaron súbitamente de gratitud. Babette les confesó que en otro tiempo fue cocinera del Café Anglais y que no regresaría a París pues ya no tenía dinero. Una cena para doce en el Café Anglais habría costado diez mil francos. Entonces, ahora sería pobre toda su vida. A lo que Babette replicó que nunca sería pobre. Una gran artista jamás es pobre ¿Le ha gustado mi cuento Amalia?<br />
- Me ha traído muchos recuerdos de la niñez con mi abuelo, cuando me leía cuentos. Y me ha hecho recordar que la felicidad está en las cosas sencillas, una cena con amigos, los recuerdos, la lealtad y que el talento, en este caso la cocina, es una forma de regalo hacia los demás.<br />
Todo se tornó oscuro, Amelia despertó en su salón, en el sillón con el libro caído al lado, las zapatillas una frente a la otra, y junto a ellas una boquilla de cigarrillo, una copa volcada y vacía y unas hojas amarillentas. Cogió las hojas de papel y leyó sorprendida las palabras escritas. Eran las recetas de sopa de tortuga y los Blinis Demidoff. Estos objetos formarían parte de otros muchos que llegarían y que guardaría como un gran tesoro en el Baúl de sus antepasados.<br />
<br />
<br />
Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-84518780694995052832020-03-06T16:23:00.001+01:002020-03-06T16:23:27.389+01:00El Puente de los Silencios<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1O-6loT0T-mD_9zudA5KaV1Bf5lwOUd1l5UUOnjXkNuJlP2izvsYU7Cc0OOvm6xj4YxoYaiYCYwCgBn06MiiCxDStyrs0109XZCqWZF1qr_BY5m_dN38cy_oRukCMIjFXT4K_GsU_BwD3/s1600/65d4a1043c41e40a0777e3235f263a75.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1O-6loT0T-mD_9zudA5KaV1Bf5lwOUd1l5UUOnjXkNuJlP2izvsYU7Cc0OOvm6xj4YxoYaiYCYwCgBn06MiiCxDStyrs0109XZCqWZF1qr_BY5m_dN38cy_oRukCMIjFXT4K_GsU_BwD3/s640/65d4a1043c41e40a0777e3235f263a75.jpg" width="291" height="640" data-original-width="555" data-original-height="1221" /></a></div><br />
<b>“Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos” las cartas de Abigail Adams</b><br />
<br />
He incumplido mis propósitos de año nuevo, dije que iba a escribir cada día y febrero ha sido un paréntesis hasta superar una situación. Retomo mi propósito con esta reflexión.<br />
<br />
Hoy el día es mejor que el de ayer, aunque el de ayer no fue malo, sólo a nivel emocional intenso. He llegado a una edad que no tengo porque justificarme ni aparentar nada que no soy. Se me puede acusar de muchas cosas en esta vida, soy humana, pero de aprovecharme de mi diversidad funcional e ir dando pena ¡Nunca!<br />
<br />
Ayer toda la familia afrontamos una situación complicada, tuvimos que ir a juicio, mi exmarido, tras marcharse hace quince años de casa con otra persona, nos ha demandado a mí y a mis hijos. Yo no busqué esta circunstancia, todo y absolutamente todo se me ha impuesto. Durante estos años mi lucha diaria ha sido por sacar adelante a mi familia y que no anidaran rencores ni venganzas.<br />
<br />
Por desgracia el deterioro, al ir cumpliendo años, físico y emocional está verificado, incluso con informes médicos. Han sido años de muchos problemas de salud y a veces llego a pensar que he somatizado dichos problemas en mi organismo. A pesar de todas las dificultades he sido como el ave Fénix, renaciendo de mis cenizas. Por cada tropiezo he salido fortalecida y nuestra ética y honradez acrecentada.<br />
<br />
Sólo puedo decir ¡Gracias! Con mayúsculas por todos los que ayer manifestaron su apoyo y cariño. A mis padres y hermano que jamás han dejado de tendernos la mano sin condiciones. A mi abogada a la que regañaron por dirigirse a mí de forma coloquial y cariñoso como Lolita, exigiéndola que me llamara por mi nombre, Dolores; su defensa fue impecable y con todas las tareas hechas de forma extraordinaria. A mi procuradora por presentar el procedimiento judicial de forma esmerada y por todo su cariño y delicadeza. Y a todos los amigos que se preocuparon dando prioridad a cómo nos encontrábamos, con sus llamadas telefónicas.<br />
<br />
Ahora sólo nos queda esperar la sentencia judicial, sea la que sea, me siento muy tranquila y orgullosa. Y decir a la parte contraría también gracias por su torpeza y mal hacer. Por apoyar su defensa en que voy dando pena por mi discapacidad y problemas de salud. Creo que hoy en día el defender una situación atacando una diversidad funcional es intentar humillar la diferencia entre humanos. Uno fundamenta sus discrepancias diarias por motivos que se puedan justificar, no por capricho y desagravio.<br />
<br />
El pasillo hasta el juzgado número cinco fue como un largo puente lleno de silencios e incomodidades. Cuando le volvimos a cruzar a la salida, los silencios se llenaron con las lágrimas de mi hija por su impotencia; sintió como si su padre se hubiera olvidado de serlo, se le rompió la confianza, difícil de recomponer. Aunque sé que el corazón noble de mis hijos, con el tiempo, perdonara aunque no olvide.<br />
<br />
Y también agradecer al hoy mi exmarido por los dos maravillosos tesoros que tengo, mis hijos, por los que volvería a cometer los mismos errores al confiar en personas que no se lo merecen. Deseo que te vaya muy bien y que jamás tengas que cruzar el Puente del Silencio calzando nuestros zapatos ¡Buena suerte porque el tiempo y Dios pone a cada cual donde se merece!Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-199479437381985682019-07-09T21:52:00.000+02:002019-07-09T21:52:37.430+02:00El Silencio de las Orquídeas <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikBptVQZ5w4HCzQCFman_KDQr5TVGy9NN9uzPcWG2XZjDaiQ4T78bVdyD1EFtlksOGOq8eflvzbEs5hbkhq41J8xKpS2vQOdl2qQ2OLqJyOjo_I9UaeVhGodIQ__GNvXyOIorTpbzn9puI/s1600/a74ecfcb33ff7be920619ab559619aef.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikBptVQZ5w4HCzQCFman_KDQr5TVGy9NN9uzPcWG2XZjDaiQ4T78bVdyD1EFtlksOGOq8eflvzbEs5hbkhq41J8xKpS2vQOdl2qQ2OLqJyOjo_I9UaeVhGodIQ__GNvXyOIorTpbzn9puI/s640/a74ecfcb33ff7be920619ab559619aef.jpg" width="576" height="640" data-original-width="236" data-original-height="262" /></a></div><b>“El punto débil de un asesino es dónde ocultar el cadáver”</b><br />
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Me llamo Celia y soy psicóloga criminal. Es un trabajo apasionante para mí, pero a su vez hay que estar muy preparada emocionalmente y por supuesto, que el trabajo entre en casa lo menos posible.<br />
Mi trabajo consiste en realizar estudios de la personalidad criminal para esclarecer los factores psicológicos endógenos y exógenos que desembocan en la conducta delictiva, contribuir a establecer la peligrosidad de un individuo, perfilación criminal para las diferentes agencias de investigación y ofrecer tratamiento psicoterapéutico a reclusos.<br />
A Irene, de 45 años, se la tragó la tierra. Nadie la había vuelto a ver desde aquella noche calurosa de julio. Mujer de 1´78 de altura y 65 kilos, cabello moreno largo y liso. El día de su desaparición llevaba un vestido estampado rojo y amarillo largo de vuelo y sandalias rojas de tacón; tenía en la espala un tatuaje de una rosa que le recorría la columna. Su marido declaró que al no llegar a casa a las 12 de la noche, se preocupó. Intentó llamarla al móvil, pero descubrió que se le había dejado en casa junto al bolso y las llaves. Lo chirriante fue que, hasta la mañana siguiente, ligeramente aturdido, no se acercó a la comisaría a interponer la denuncia por desaparición.<br />
La amiga de Irene, Lina, nos contó que tenía una relación extramatrimonial con un abogado que la tenía emocionada y la llenaba de regalos. Lina guardaba los regalos que Adrián le hacía a Irene para que no lo descubriera su marido que la maltrataba con frecuencia. <br />
Adrián era sospechoso en la desaparición de Irene, mantenía con él relaciones esporádicas. Se solían ver una vez al mes. Adrián por ser abogado bancario viajaba a menudo. También era sospechoso el marido de la desaparecida. Me entrevisté con ambos, y el marido me pareció un canalla de primera, burdo, soez, machista. Sin embargo, Adrián era todo lo contrario, educado, culto, vestimenta impecable y limpia; él siempre declaró que Irene se marchó de su casa la noche de autos, dando un portazo tras una pequeña discusión. Adrián quería que se fuera a vivir con él. Irene llegó a la casa de Adrián con un ojo morado y rasguños en los brazos, su marido le había pegado. Adrián no entendía cómo podía vivir con semejante energúmeno y negarse a abandonarle. <br />
Tras las 24 horas de espera por si Irene aparecía, recomendación de la policía. El marido se presentó en la comisaría junto con la madre de Irene. La policía buscó en su banco, hospitales, aeropuertos, redes sociales y no encontraron nada. La madre de Irene reiteraba que su hija no se hubiera ido sin habérselo contado, su hija había desaparecido de forma involuntaria.<br />
Se investigó de exhaustivamente en el domicilio del matrimonio. A penas se encontró nada fuera de lo normal. También se registró el domicilio de Adrián que desde el primer momento colaboró con la policía abriendo su casa en su totalidad, sin ningún impedimento, incluido su magnífico jardín trasero. Yo me entrevisté de nuevo con él, siempre amable y calmado, perfecto. Miraba de frente sin retirar la mirada y hablaba de Irene con devoción. Me narró como pasaban muchos ratos en su jardín charlando y riendo. Era una mujer, según él, de un carácter dulce y amable, siempre con una sonrisa en sus labios, aunque su mirada muchas veces se mostraba triste. Era coqueta, solía darse brillo en los labios antes de salir de su casa y aquel gesto cotidiano a él le seducía. Me contó sin indagar en ello muchos momentos íntimos donde pasaba horas acariciando su espalada, su tatuaje. Compartían la fascinación por las flores. Yo vi en Adrián una persona enamorada que adoraba a Irene.<br />
Me obsesioné con aquel rostro desconocido de la foto, aquella mujer rubia de ojos verdes, con una sonrisa suave enmarcada en labios carnosos y definidos. Manos de dedos largos y uñas con esmalte francés; me fijé que no llevaba anillo de casada. Le pregunté a su marido y me dijo, retorciéndose las manos y sin mirarme a los ojos, que ignoraba dónde le tendría y por qué el día que se tomó la foto no le llevaba. Y tuvo un arrebato, pegó un puñetazo en la mesa y me espetó que odiaba aquel tatuaje y sus vestidos que dejaban entrever todo y que provocaban a los hombres. La describió como una mujer de carácter lascivo y boba. <br />
Durante meses revisé las pruebas, todas las investigaciones llevadas a cabo sin resultados. A mi forma de ver, siempre pensé que el marido ocultaba algo, pero tenía cuartada. La tarde de autos se le localizó en un descampado por el móvil; declaró que estuvo con una prostituta. Se localizó a la meretriz la cual corroboró lo declarado por el marido, pero ¿Por qué la noche en que ella no regresó no se dejó la vida buscándola? Según él había bebido alcohol a lo largo de toda la jornada, tuvieron una fuerte discusión porque no le gustó el vestido que llevaba, demasiado escote; por la noche se acostó pues estaba resacoso y no despertó hasta el día siguiente. Pensó que ella estaría enfadada y dormiría en casa de su amiga Lina, con la que compartía confidencias y muchos días, tras las broncas, se quedaba en su casa.<br />
Se investigó a todo el entorno, incluso hasta al jardinero de Adrián, el que le cuidaba el jardín impecable con aquel tejo antiguo, romero y plantas de lavanda; y aquellos rosales exuberantes solo de color amarillo. Nos dijo que Adrián pasaba muchos ratos en el jardín, que cambiaba con asiduidad ciertas flores con cada temporada pero que ponía mucho mimo en cuidar un pequeño parterre al lado del tejo con lirios y orquídeas también amarillos.<br />
Soy una mujer, como científica, racional. Hacía ya casi un año de la desaparición de Irene y era cómo si se la hubiera tragado la tierra. Al llegar a casa vi sobre el escritorio de mi despacho la foto de Irene fuera de la carpeta. No recordaba haberla sacado y dejarla allí. Ponía mucho cuidado en tener recogido los expedientes y guardados en un archivador con llave.<br />
Estaba cansada, me duché, tomé un poco de kéfir con fruta y me acosté. No me dio tiempo a pensar cuando ya estaba dormida. A las cuatro de la madrugada me desperté con mi propio grito. Soñé como una mano de dedos largos acariciaba mi rostro, era una mano etérea con uñas con esmalte francés. Fue como si hubiera una presencia en vez de un sueño. Me levanté y tomé un poco de agua, estuve casi una hora despierta, inquieta sin poderme volver a dormir. Hasta que volví a caer en un sueño profundo, y volví a soñar con una mujer al lado de un árbol rodeada de flores amarillas. Me despertó el despertador para ir a trabajar.<br />
Presenté una solicitud para investigar en el jardín de Adrián con un georradar y tras horas de exploración y con picos y palas localizaron el cadáver de una mujer desnuda envuelta en una manta junto con unas sandalias rojas, cerca del parterre de lirios y orquídeas. Tras el informe de la autopsia se corroboró muerte por rotura laríngea por estrangulamiento.<br />
Todos me preguntaron cómo averigüé la localización del cadáver y hoy sigo sin poder dar ninguna explicación. Me dan escalofríos de recordar el momento de la detención del asesino. Se le llevaron esposado, iba sereno, erguido y me miró fijamente a los ojos mientras embozaba una ligera sonrisa ¡Te engañé! <br />
Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-20356631198569743972019-07-04T16:29:00.001+02:002019-07-04T16:29:11.884+02:00Karma<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC-RGISfX3IbjF87YnDSoFp1WJcvg27ymAhJDrt1AEXlnPq4dXZEoTlFfUkQ0lTMcR0tnCMn1GHBwr5WOHqHJz7okBBDOBZ-REIwp1Yubr0bpiGLrC9HmBai17lmUC6kSnof-zovnwxpX2/s1600/68b956ff3ad0f75a42f9821c6b105408.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC-RGISfX3IbjF87YnDSoFp1WJcvg27ymAhJDrt1AEXlnPq4dXZEoTlFfUkQ0lTMcR0tnCMn1GHBwr5WOHqHJz7okBBDOBZ-REIwp1Yubr0bpiGLrC9HmBai17lmUC6kSnof-zovnwxpX2/s640/68b956ff3ad0f75a42f9821c6b105408.jpg" width="552" height="640" data-original-width="563" data-original-height="653" /></a></div><br />
<b>“Lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él” Florence Nightingale</b><br />
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Todo había cambiado en décimas de segundo. Josep se había marchado, huyendo con una mujer más joven. En pocos días ya teníamos fecha para juicio, él quería divorciarse. Disponía de dos años para dar un giro total a mi vida hasta la fecha del litigio. Y allí estaba yo, en la peluquería cortándome el pelo a lo pixie, después de ir a Cortefiel y comprarme el vestido más caro y escotado que encontré. Estaba dispuesta a dar un vuelco a mi vida. Sabía que no era cuestión de un día para otro, que requería tiempo, pero disponía de todo el tiempo del mundo y no tenía nada que perder.<br />
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El día anterior hablé con Alejandro, un amigo de mi juventud, un bróker con gran experiencia. Tras tomarnos unas copas entre sonrisas y recuerdos, pasé a contarle mi situación actual, y cómo había tocado fondo. Él siempre se portó bien conmigo, quiero pensar que en algún momento desistió ante mi indiferencia, pero le gustaba. Y ante mi dramático escenario, me propuso trabajar para él como trader. Incluso me planteó comenzar con un pequeño capital que él me prestaría.<br />
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Pasé la noche como una cría chica, vendiendo la vaca antes de comprarla. Con miles de perspectivas e ilusiones. Ya me veía yo como una financiera de Wall Street, estilizada, libre, pisando fuerte con unos tacones rojos despampanantes. Y nada más levantarme cogí el móvil y le llamé para aceptar su oferta.<br />
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A partir de ahí todo cambió. Días enteros delante de la pantalla y un cuaderno, estilográfica en mano y auriculares en las orejas para las formaciones. Me importaba comenzar a tomar apuntes con cierta clase y hasta me había comprado una pluma estilográfica Lamy, que no era de las más caras, pero tampoco de las baratas. También la eterna compañía de mi taza con café, unas veces cálido y reconfortante, otras frío y con hielo; pero siempre con su frase “la única manera de tener éxito, es intentarlo siempre una vez más” para no decaer en mi empeño.<br />
<br />
Han sido dos años duros, de ganar un euro al día e incluso unos céntimos. Pero tras estos veinticuatro meses, sin apenas levantar cabeza de la mesa de trabajo, me dispongo a ir al juzgado y volver a ver la cara a Josep. Durante este tiempo yo había bajado cinco tallas en la ropa, había cambiado mi forma de alimentarme, en una palabra, mi estilo de vida. No era la misma mujer, ni por fuera ni por dentro.<br />
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Hacía un sol espléndido, el día apuntaba maneras. Puse la música de Queen y comencé a escuchar “The Show Must Go On” para continuar con “I Want to Break Free” y terminar con “We are the champions”. Mientras, me tomé mi desayuno de copos y leche de avena, mi tazón de fresas y mi vaso de kéfir. Mi cuerpo activado se dirigió al dormitorio y me puse mi última adquisición, un traje de Armani gris perla a juego con los zapatos de tacón del mismo color. Y con la cara lavada y mis cabellos cortos agarré una cartera negra que me había regalado Alejandro para este día. Sin joyas ni ostentaciones, sólo yo y mi determinación.<br />
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Alejandro me esperaba ya en el juzgado cuando llegué junto con mi abogada, que bajo la toga escondía un traje de cuero rojo, ella también se comía el mundo con su presencia. Y llegó él, barrigudo y calvo, se le habían echado encima más de veinte años, junto a una no tan joven compañera con una tripa prominente a punto de reventar. Los niños creo que deben de llegar cuando tenemos la juventud en las venas, pero ya a los cincuenta y tantos creo que nos vienen grandes.<br />
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Y todo salió como yo quise, no hubo ni juicio, sólo un acuerdo tácito que había orquestado durante dos duros y largos años de trabajo. Con semblante serio le expresé mi deseo de que ya no me pasara la pensión compensatoria. A mí ya no me tenía que mantener, yo era autosuficiente e independiente. Y le informé de que estaba dispuesta a comprar su parte de la casa a no ser que él quisiera comprar la mía. Josep reveló que no disponía de líquido para comprar su parte de la vivienda, a lo que repliqué ¡Sin problemas! Contrataría a un tasador para valorar el dinero que le tenía que dar para quedarme con mi vivienda, para ante todo ser justa.<br />
<br />
Y ahora ya, después de la experiencia en los juzgados, aquí estoy con una copa de champagne biodinámico L’Astre 2011 de David Léclepart, un blanc de noirs repleto de personalidad entre mis manos. Frente a mí, Alejandro, mientras esperamos a que nos traigan el menú degustación en DiverXO; un restaurante con tres estrellas Michelin y decoración a veces un poco grotesca, lleno de cerdos voladores.<br />
<br />
Comienza otra etapa de mi vida con muchas perspectivas y, lo mejor, con un estupendo compañero de trabajo y de vida. Nunca se dejen humillar, la justicia llega y coloca a cada cual en su sitio. Ahora mientras bajo el ritmo de horas de mi trabajo también tengo tiempo para mis sueños que no dejaré de buscarlos siempre una vez más.Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-21912232987908811022018-02-20T18:27:00.005+01:002018-02-20T18:27:50.656+01:00FRECUENCIAS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOx-fiJ9Uk2SyuTVDaB0DHG4yD5VPPAVeXa4alQaEaWO4-5a9PlkzRUnQyTcoZ9KrtjJzSv1gA8pViEw7sWJyANCy7_u5X3-Xc0Jq68402y-pWiPk-OXQpwVNC6brWOjr942OTVwM490J2/s1600/e580660032faa6d23e56d8cf5ac86f95.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOx-fiJ9Uk2SyuTVDaB0DHG4yD5VPPAVeXa4alQaEaWO4-5a9PlkzRUnQyTcoZ9KrtjJzSv1gA8pViEw7sWJyANCy7_u5X3-Xc0Jq68402y-pWiPk-OXQpwVNC6brWOjr942OTVwM490J2/s640/e580660032faa6d23e56d8cf5ac86f95.jpg" width="451" height="640" data-original-width="451" data-original-height="640" /></a></div><br />
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<b>“El amor es un paso. El adiós es otro... y ambos deben ser firmes, nada es para siempre en la vida” Chavela Vargas </b><br />
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A veces la vida nos mensajea. Si estás alerta puedes percibir el aviso, el recado, la frecuencia de alerta o peligro. Fue como me paré frente a un escaparate, distraída con el móvil con más whasapps irreverentes. Cuando levanté la cabeza un escalofrío recorrió mi cuerpo. Un ataúd color pino se mostraba desafiante frente a mis ojos. Cerré los dedos de mi mano derecha salvo el índice y el meñique y me di dos toques en la cabeza, salí despavorida. Sí, mis sentimientos estaban muertos, acabados, había llegado el momento de enterrarlos.<br />
<br />
No sé el tiempo que estuve andando, pero cuando me di cuenta me encontraba en los campos llamados de La Espada, a las afueras de la ciudad. Se decía que allí tuvo lugar el último duelo del siglo XX ¡Vete tú a saber! Mi último duelo, me tumbé sobre la grama, apagué el móvil y contemplé caer la tarde con el corazón henchido de dolor. En aquellos días de febrero había sentido la injusticia en mis carnes, y con toda mi paciencia aguanté estoicamente hasta reventar. Tenía que evaluar la situación.<br />
<br />
Había intentado ser una dama, pero él se aprovechó de mi vulnerabilidad como tal. Y así fue como recogí el guante de la provocación, y la noche anterior solté por mi boca todo lo que me había callado durante meses. Fue como sentir que una lluvia limpiaba mis pensamientos que me estaban envenenando. Me liberé de toda emoción, comprendí que nuestra relación e intentos solo habían sido una lenta agonía hasta llegar a ese ataúd del escaparate.<br />
<br />
Y como dicen las abuelas “hija donde se cierra una puerta, se abren una ventana”. La comunicación estaba rota, solo escuchábamos para contestar, no para entendernos. Me levanté ya con las estrellas sobre el firmamento. Me sacudí mi abrigo, estaba helada y regresé a casa.<br />
<br />
Salí al jardín de la parte de atrás y me acerqué al álamo cuyas raíces asomaban por todas partes. Removí la tierra entre dos de sus raíces e hice un pequeño fuego con sus cartas, con todas sus vanas palabras. Toda nuestra historia de amor había sido niebla, falsas ilusiones que nos envolvieron.<br />
<br />
Ya en mi habitación seguí necesitando el fuego y encendí unas velas. Cogí la botella de agua y me llené una gran copa que reposaba en la mesilla, estaba exhausta y sedienta. Una risa loca inundó mis entrañas y comencé a graznar como un pato. Se acabó la introspección, dejé volar mis ansias y mis miedos. Acepté sin reservas que todo había acabado. Y brindé con aquella copa de agua y volví a coger impulso para seguir graznando. El viento dejo entrar por mi ventana unas hojas del álamo, la naturaleza me acompañaba en mi circo.<br />
<br />
La llave de mi puerta giró y pensé que la serpiente de Raúl entraría a volver a llenarme de dudas. Pero tras la puerta encontré una revelación, un ángel. La oruga se había transformado en mariposa, allí estaba Vicente, mi leal escudero, al que nunca miré con otros ojos que no fueran los de la amistad. Riendo me dijo:<br />
<br />
- ¿Quieres una túnica para seguir perpetrando tu ritual? Loca, que estás loca. Se te oye de saltar y graznar hasta en el océano.<br />
Me cogió la mano y poso sobre ella una gran dalia rosa.<br />
- ¿Y esto?<br />
- Se la robé a la señora Tina. Pensé que como este año no vas a tener regalo de San Valentín era buena ocasión para regalarte yo esta humilde flor— con los ojos semicerrados, como para lanzar una flecha— en señal de nuestros muchos años de amistad. La dalia rosa significa que te intentare hacer feliz siempre ¡Qué cursi!<br />
<br />
Nos volvimos a reír a carcajadas. Y así se cerró el círculo, lo vi con claridad. Aquella tarde, enterré mi historia de desamor, liberé mis incertidumbres y la ocasión surgió sin que la buscara. Sus ojos, esos ojos de un verde aguacate extraño y salvaje hicieron brotar nuevas expectativas.<br />
<br />
- También te he traído un trozo de pastel de chocolate.<br />
<br />
Hice un ademan con la mano para que pasara. Compartimos aquel exquisito dulce como tantas veces, en el alfeizar de la ventana. Comenzó a llover y el ambiente se respiraba fresco y limpio ¡Señales!<br />
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Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-61687888610475955562017-06-25T17:37:00.000+02:002017-06-25T17:37:05.719+02:00UN LOUIS VUITTON EN LA BASURA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgybQrxkt0J_jMPnhIGikceN2EYwDPuzgdKcx8YkZf_rS7yzKfvrBpW2zveuPQ6ZMrW6SlSEC0sIZ1KdO_m5igZyX3e2pBdz8LmZJbz4BZvuwosUt6ZSZRSt2dO9Zjp42bs3DBya7ga37cL/s1600/escultura.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgybQrxkt0J_jMPnhIGikceN2EYwDPuzgdKcx8YkZf_rS7yzKfvrBpW2zveuPQ6ZMrW6SlSEC0sIZ1KdO_m5igZyX3e2pBdz8LmZJbz4BZvuwosUt6ZSZRSt2dO9Zjp42bs3DBya7ga37cL/s640/escultura.png" width="505" height="640" data-original-width="564" data-original-height="715" /></a></div><br />
“Amantes del mundo: a veces es más hermoso recordar que vivir” Chavela Vargas<br />
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Encontré en el contenedor de basura un bolso, imaginé que de imitación, , un Louis Vuitton lleno de cartas y fotos artísticas. Me llamó tanto la atención que rebusqué más dentro de él. Al mover el contenido subió hasta mi nariz un olor apergaminado a flores secas. Las fotos me parecieron una maravilla. Miré a ambos lados del contenedor como cuando se está cometiendo un delito y arramplé con aquel bolso que parecía sin estrenar, que colmaba un contenedor repleto de porquería. Sentí como unos ojos se me clavaban en la nuca, seguro que la señora Basilia me había visto. Agaché la cabeza y me dirigí al portal. Ya bajo el cobijo de las paredes de éste, me relajé y volví a mirar afuera. Vi como unas cortinas azuladas se movían como si, con rapidez, alguien se hubiera escondido tras ellas, pero esa no era la ventana de la señora Basilia.<br />
<br />
No me dio tiempo a entrar en mi piso. La puerta de frente a la mía se abrió y apareció la señora Basilia dándome las buenas noches “Hola Lena”. Me miró de arriba abajo y con medía sonrisa en su cara me espetó con sorna que si había encontrado un bolso de diseño en la basura ¡Lo sabía! Me había fisgado, esa hurraca chismosa miraba el bolso con avidez. La conteste “Cada día señora Basilia, no se puede imaginar los tesoros que puedes encontrar entre la porquería”. Sin darle tiempo, abrí mi puerta, la di las buenas noches y entré en mi territorio.<br />
<br />
Con ansia puse el bolso boca abajo sobre la mesa del salón. Había dos clases de sobres, unos normales y otros de color azul. Los clasifiqué en dos montones, dejando revueltas todas las fotos. Una a una fui cogiendo las fotografías: ventanas con cristales mojados, manos entrelazadas, pies descalzos sobre una tarima, unos ojos con lágrimas, un cuerpo de hombre desnudo girando entre muebles de salón, una toalla tirada en la ducha. Aquellas imágenes eran espectaculares, quien las hubiera hecho tenía un don para captar ese momento preciso e impactante y todas sin rostro. Todas las fotos tenían fecha por detrás, pude comprobar que eran de 2015.<br />
<br />
Entre las fotos había pétalos de rosas secas, en su momento rojas. Volví a meter las fotografías con los pétalos secos en el bolso. Mi noche aburrida de viernes iba a ser diferente, estaba deseando leer las palabras que arropaban aquellos sobres ¿Por cuál empezar? Cerré los ojos y acerqué la mano a la mesa, cogí uno de aquéllos de la parte de abajo del montón.<br />
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La carta de color azul contenía dos folios escritos de forma cuidada. Desprendían un olor cítrico muy sutil:<br />
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Mi amado Manuel:<br />
<br />
Como cada noche te escribo. Ha sido un día duro, me hubiera gustado tenerte a mi lado, pero las responsabilidades, como siempre, nos encadenan. Ahora estarás en tu casa junto a Adela, compartiendo la cena con Valeri. Todo en perfecta armonía mientras yo anhelo tus caricias. Me salva saber que, con cada bocado, según tus palabras, también me echas de menos. Es duro ser la otra y saber que nada por mucho tiempo lo podrá cambiar. No sé por qué sigo a tu lado viéndonos cada jueves en mi piso. Con esas dos horas colmo la semana. Tú me dices que esas dos horas te hacen continuar en tu lineal vida, llena de recursos y vacía de sentimientos.<br />
<br />
Cada jueves cuando te vas me digo que será el último. Y cada jueves vuelvo a caer presa de tus caricias y besos ¿Es aceptable y valioso seguir viéndonos? Te amo o te necesito, no lo sé. Esas dos horas, ese mensaje en el móvil todas las mañanas diciéndome que como siempre te vas a poner a escribirme, ese beso por las noches también en el móvil ¿Qué me deja?<br />
<br />
Miles de fotos salen de mi cámara todos los días, siempre guardo una que me recuerda a ti, algún detalle que sólo yo sé que eres tú, en esencia. Fotos con alma entre muchas vanas de modelos, posturas y trapos. No sé el tiempo que podré aguantar viviendo de limosna, pero sé que un día si tú no vienes a mí definitivamente, me iré para siempre. Ese instante llegará cuando esté preparada, no puedo ser eternamente la otra…<br />
<br />
A las tres de la madrugada había leído todas las cartas, las azules de ella, las blancas de él. Descubrí que cada jueves el devolvía las cartas de ella, no podía quedárselas, las mantenía en el cajón de su oficina hasta entregárselas de nuevo. Eran la prueba de un delito que no podía permitirse, demasiado capital en juego. Coloqué también los sobres por fechas entremezclados. Y volví a leer la última, por supuesto de ella, la que más había dado y más había perdido. Era breve, tan solo unas cuantas palabras y una mancha de tinta corrida al final.<br />
<br />
Hola Manuel:<br />
<br />
Esta es la última carta que te escribo. Me marcho a París por un tiempo entre calles bohemias y corazones rotos. Llegó el momento que temía, me cansé. No quiero que me busques, ni que me encuentres. Sé que no quieres que te deje y créeme si te digo que te amo más que tú a mí. Yo dejaría todo por ti. Viviré por un tiempo en los recuerdos hasta que ese mismo tiempo me cure de tu aroma, de tus caricias, de tus detalles… El jueves vendrás, abrirás con tu llave, me llamarás como siempre lo haces entre dulces susurros ¡Beatrice! Pero yo ya no saltaré sobre tu cuerpo entrelazando mis piernas, no me derretiré entre tus labios, no caeremos al suelo entre amasijos de ropa, ni haremos el amor en la entrada. No, Manuel, pues ya me habré ido. Te dejo mi bolso de Louis Vuitton, ese que me trajiste un jueves a tu regreso de Italia, antes de ir a casa; ese que jamás me atreví a estrenar, como si fuera la prueba del delito. Todas nuestras cartas y mis fotos las guardé ahí, ya sabes dónde están los contenedores de basura. Lo imperecedero se lleva en el recuerdo. Te deseo todo lo mejor mi amor.<br />
<br />
Beatrice.<br />
<br />
Las cartas de él, aun llenas de alabanzas y deseos, me parecieron frías e impersonales. Cuanto desamor en las palabras de ella. Aquella mujer desconocida me había robado el corazón, ella le amaba y tal vez él ahora sabía lo mucho que había perdido, o tal vez no. A veces es difícil saber lo que piensan algunos hombres de raciocinio intenso, de esos que por miedo no dejan escapar un sentimiento por si se vuelven vulnerables.<br />
<br />
Bebí un gran trago de vino, ese que me servía los viernes para reconfortar la noche frente al televisor hasta que me quedaba dormida. Mañana llegaría Samuel, sobre las ocho y me encontraría dormida en el sofá, pero esta vez con la tele apagada y un bolso de Louis Vuitton sobre la mesa, valioso en emociones. Importaba poco si era de imitación u original.<br />
<br />
Me levanté del sofá y fui hacia la ventana. Hacía mucho calor y comenzó una tormenta de verano que amenazaba la oscuridad. Cerré las ventanas y de frente vi a un hombre entre unas cortinas azules, mirándome con firmeza, no sé ocultó. Aquel tipo era ese que cada mañana salía con su imponente Chrysler negro importado, un tipo nervudo y serio, un tipo frío e impersonal.Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-90674402084756239982017-06-21T23:01:00.000+02:002017-06-21T23:01:07.560+02:00Chanchullos y chanchullas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghhbgqfAor9hgOImTr5zLOTl6ls7VMp_d2ZzfuauLt7miJkfr09vqtuFgA25JU_SGJfF8Rf3wyfMYOfpUUdSK_Ypl7I5h5m1GR3K6Duu0VjuEzXXBMPDeRsJ8KyxljccSu7trNwBzF6t_h/s1600/Vi%25C3%25B1eta.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghhbgqfAor9hgOImTr5zLOTl6ls7VMp_d2ZzfuauLt7miJkfr09vqtuFgA25JU_SGJfF8Rf3wyfMYOfpUUdSK_Ypl7I5h5m1GR3K6Duu0VjuEzXXBMPDeRsJ8KyxljccSu7trNwBzF6t_h/s640/Vi%25C3%25B1eta.png" width="640" height="587" data-original-width="1600" data-original-height="1468" /></a></div><br />
"He sido un hombre afortunado en la vida: nada me fue fácil” Sigmund Freud<br />
<br />
A veces ocurren situaciones que nos hacen tener los pies sobre la tierra. Lo bueno es que valoras más lo que consigues. Quedan a la luz los muchos chanchullos que hay entre municipios, políticos y personas con palabrería y dominio. <br />
<br />
Los trabajos hoy valen oro conseguirlos. Presentas las documentaciones necesarias meses antes de cerrar la convocatoria; estás pendiente durante ese tiempo a ver si hay que presentar algún papel más llamando por teléfono y personándote en las mismas dependencias. Llegas un día y te dicen que la convocatoria está cerrada y que tienen tanto trabajo que no se han dado cuenta de lo que tú demandabas en tu insistencia ¡Te has quedado fuera!<br />
<br />
Tras el enfado, razonas y pones una reclamación. Hablas con la persona de más rango que se supone que debe responder por los fallos en una identidad pública. La reclamación da resultados con rapidez y te añaden “in so facto” a la lista de admitidos para la bolsa de trabajo.<br />
<br />
Te calmas un poco. Presentas tus certificados de toda la experiencia que aportas y piensas que aún te queda alguna oportunidad ¡Ingenuo!<br />
<br />
Al no salir en la página del señalado Ayuntamiento los dos admitidos para el trabajo, te vuelves a acercar, después de cincuenta veces, otra vez a las dependencias. Aprecias que hasta las miradas comienzan a ser aviesas. Y llega el instante del estallido, la administrativa te presenta el acta, aún no firmada, donde tú quedas relegada al cuarto puesto. Sumas y detectas que han hecho mal tu baremo. Estás dispuesta a montar un pollo que se oiga hasta en los infiernos.<br />
<br />
Y de pronto frenas en seco, por esas casualidades de la vida, hay una persona por delante de ti con la que has tenido un vínculo estrecho. Observas su baremo y se le han inflado hasta duplicarle; cuando sabes a ciencia cierta que tenía menos puntos que tú. Ahora percibes por qué dicho individuo con el que has sido transparente en todo momento, se incomodaba y ocultaba la trama cuando hablabas de dicho trabajo. No podía compartir contigo el porqué de sus secretos, sus protectores y sus recomendaciones. Claro está que, si yo hubiera tenido la oportunidad de aprovechar un enchufe, lo hubiera hecho, porque así funciona el mundo.<br />
<br />
Así pues, te quedas en casa, te tragas tu flema y por ser vos quien es, le deseas la mejor de las suertes. Tal vez él lo necesite más que tú. Solo decirte amigo que todo se sabe, tarde o temprano. Te buscarás la vida, o en este caso el curro, por otros lares. Bien he de decir que me quitaron uno, pero me salieron dos y por mis propios méritos.<br />
<br />
Y así amigos funciona el mundo de las farándulas municipales que no sabemos si están llenos de ineptos o es que viene genial hacerse el tonto y tener falta de profesionalidad. Corrupción desde escalas inferiores. Se regodean de que el tonto es el pobre que presenta la documentación necesaria para un puesto de trabajo cuando ya está entregado de ante mano. <br />
<br />
Aquí queda reflejada mi indignación, en un blog de literatura donde a veces la realidad supera la ficción. En un blog terapéutico donde desahogarme, ocultando lugares y personas. Habrá muchos que se sientan identificados con la situación y otros darán la callada por respuesta, sintiéndose aludidos. <br />
<br />
Nos roban el dinero, nos roban los trabajos, pero jamás, jamás nos robarán la dignidad.<br />
<br />
Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-79953756898614746562016-11-24T17:37:00.000+01:002016-11-24T17:37:35.045+01:00EL ALIENTO DE EROS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5OPfnGZmOD2rKV3okVZNZRB86RwXsnYLEMoP1i-Y0mVfPmshTaIshDRKoORCGCJzSjB1XVV0MZLp6ecfQZbeivEowOGMgvsTF-0CNbT8WUySy329ih6nNGB3Eozdma1YMETcUi5PZHkqW/s1600/EL+ALIENTO+DE+EROS.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5OPfnGZmOD2rKV3okVZNZRB86RwXsnYLEMoP1i-Y0mVfPmshTaIshDRKoORCGCJzSjB1XVV0MZLp6ecfQZbeivEowOGMgvsTF-0CNbT8WUySy329ih6nNGB3Eozdma1YMETcUi5PZHkqW/s640/EL+ALIENTO+DE+EROS.jpg" width="427" height="640" /></a></div><br />
<b>“Lo importante no es lo que nos hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él” Florence Nightingale<br />
</b><br />
<br />
Aquella cara de rasgos duros y una gran cicatriz en la mandíbula ahuyentaba a las gentes que andaban entre la lluvia. Pero no era su rostros lo que más aterrorizaba a los de alrededor, enseguida que se percataban cruzaban la calle. Sus pies descalzos, las ropas rasgadas, sus puños apretados y los ojos inyectados en sangre daban una imagen de él sobrecogedora.<br />
<br />
En aquel gélido despacho lanzó con todas sus fuerzas el móvil contra la pared ante la atónita mirada de su jefe. Destrozó la camisa de la empresa, arrojó las botas contra los cristales de la oficina y salió a la calle. No controlaba la ira y aún menos en momentos de injusticia. Cientos de terapias le habían enseñado la teoría pero su fuerte carácter le imposibilitaba para llevarlas a la práctica. Lo único que le tranquilizaba era correr hasta llegar a la cueva del acantilado. Allí aislado había pasado incluso días hasta que aquella inquietud visceral se le contenía.<br />
<br />
Se agarró de un pequeño arbusto doblegado por el viento marino y apoyó un pie en una roca sobresaliente. Bajó un par de metros en el acantilado y allí entre la maleza estaba la entrada a su nirvana. Una vez dentro se le iba pasando el volcán que enajenaba su mente. Pero se dio cuenta de que algo era diferente, había unas pisadas de pies pequeños. Las siguió y encontró un cuerpo en posición fetal sobre el suelo. Se sobresaltó ¿Respiraba? Sí, respiraba. Se sentó y no supo muy bien el tiempo que estuvo contemplando aquel ser indefenso.<br />
<br />
De pronto, ella se movió y al verse contemplado por aquel personaje descomunal y perfil tullido dio un salto poniéndose en cuclillas y apoyándose en la pared. Intercambiaron miradas de sorpresa e incertidumbre y él se dispuso a preguntar:<br />
<br />
¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? Este lugar es mío —con voz colérica.<br />
Aquella joven de ojos rasgados, pelo azabache y cuerpo delgado le miró y reponiéndose, le inquirió:<br />
<br />
Yo podría preguntarte lo mismo ¿Tienes un documento qué demuestre que esto es tuyo?<br />
Alex apretó los puños y los levantó pero aquel ser escuálido, de belleza etérea se encogió de nuevo cubriendo su rostro con los brazos.<br />
<br />
Por favor no me pegues, me marcharé enseguida —las lágrimas comenzaban a resbalar.<br />
Alex se miró a su propio puño y le bajó. Cuando percibía su violencia se avergonzaba. Dio un paso atrás, le dio la espalda a ella y se sentó en el borde de la cueva donde podía divisar un inmenso mar gris salpicado de gotas de lluvia, limitado por aquel acantilado severo, y un barco siempre en el horizonte con rumbo desconocido.<br />
<br />
Lo siento, este lugar no tiene dueño. Tienes tanto derecho como yo a estar aquí. No pretendía asustarte.<br />
La joven se secó las lágrimas con la manga de su arrugada camisa, se atusó el pelo y se sentó junto a Alex. Tras unos minutos en silencio le tendió la mano:<br />
<br />
Me llamo Malén —sorbiéndose la nariz.<br />
Yo Alex —ocultando su cicatriz y con voz entrecortada.<br />
A veces los silencios llenan más que las palabras. Allí contemplando el horizonte estaban dos seres que no encajaban demasiado. Personas con problemas afectivos en apariencia desbordados. Fue cayendo la noche y el barco fue desdibujándose entre la distancia y la oscuridad, siguieron impertérritos sentados. Comenzaba a hacer frío y Alex se levantó, sacudió sus pantalones y se adentró en la cueva. Al cabo de unos minutos regresó con un montón de palos. El fuego pronto iluminó las paredes y fue desprendiendo calor.<br />
<br />
Malén también se levantó, se acercó a la hoguera y puso sus pequeñas manos frente a las llamas. La luz creaba un halo que aún aumentaba más su perfección. Alex, que seguía con voz temblorosa, le señaló que se sentará junto a la pared que formaba un ángulo, ese recoveco la protegería de la brisa y el calor la llegaría más inmediato.<br />
<br />
Allí, frente a aquel agradable espectáculo de luz titilante Malén preguntó a Alex que desde cuando iba a aquel recóndito lugar. Él le relató cómo lo descubrió hace unos años, cuando aún era un adolescente y un compañero le golpeó con una piedra, sé señaló su rostro. Ella le confesó que hace un mes le vio bajar a la cueva y desde entonces solía acudir al lugar dos o tres veces en semana. Poco a poco fueron relatando sus entresijos; él trabajaba duro sin ser reconocido su esfuerzo, de cómo le miraban con miedo; solo le habían contratado por el programa de reinserción para personas con problemas mentales; ella encontraba alivio en aquel lugar ante la violencia de su progenitor alcohólico del que tenía que haberse alejado hacía tiempo.<br />
<br />
Y poco a poco ambos fueron haciendo camino. Anhelaban sus charlas frente a la hoguera cada minuto. Se escapaban cuanto podían, alejados de un mundo que les anegaba su fuerza. Y las palabras dieron paso a los roces accidentales, a caricias presagiadas y a besos furtivos.<br />
<br />
En uno de aquellos encuentros Malén volvió antes que Alex. Él, ávido de caricias llegó unos minutos más tarde y se percató de que ella estaba cabizbaja. Alex con suavidad posó su gran mano sobre la barbilla de ella e intento clavar su mirada en los rasgados ojos de la dulce Malén, pero ella huyó y volvió a fijar sus ojos en el suelo. Alex intentó de nuevo ver su rostro y descubrió con estupefacción un ojo morado y una brecha en la frente.<br />
<br />
Ante aquello se desató, golpeó con fuerza la pared rocosa hiriéndose las manos.<br />
<br />
¡Le mataré, juro que lo haré! No sabe bien lo que ha hecho ese cabrón. No volverá a ponerte una mano encima —la voz resonaba, ensordecedora.<br />
No, por favor es mi padre, está enfermo. Mañana llegaré a casa y todo serán lágrimas y mil perdones. Cuando bebe no sabe lo que hace, al día siguiente no lo recuerda siquiera.<br />
Malén intentó calmar a Alex pero cada vez que la miraba su ira se acrecentaba. En una de las tentativas por tranquilizarle ella le intentó agarrar el puño, él dio un fuerte tirón que hizo sucumbir a Malén. Ella se quedó inmóvil en el suelo, Alex abrió sus ojos, parecía que se le iban a salir de las órbitas. No podía creer que también había hecho daño a la persona que más amaba. Se acercó a ella y cogió su pequeño cuerpo inmóvil entre sus inmensos brazos acurrucándola en su regazo.<br />
<br />
¡Perdóname, perdóname! No controlo mis fuerzas. Por favor Malén vuelve, no puedo vivir sin ti —con la respiración entrecortada y acariciando su cabello— no volverá a ocurrir, mi pequeña.<br />
Malén abrió sus ojos humedecidos y le agarró con ambas manos del cabello acercando sus labios. Le besó con fuerza y cuando sus bocas volvieron a separarse, Malén acaricio su cicatriz mientras le hablaba en susurros:<br />
<br />
Ha llegado el momento de solucionar nuestros problemas. Sé que podemos y sé que no volverás a hacer daño a nadie. Solo piensa en mí cuando tu mente se llene de rabia y desolación, piensa en nosotros. Ha llegado el momento de alejarnos ¿Quieres?<br />
Alex dejó de acudir a terapia, informaron de su desaparición pero nadie volvió a verle. Malén nunca regresó a casa de su progenitor, éste lloraba por las esquinas y en sus borracheras maldecía a su mala hija, vociferando su nombre.<br />
<br />
En el puerto, un vagabundo que dormía entre cartones contaba a sus camaradas, entre risas y escalofríos, que los delirios del vino le habían hecho soñar. Un hombre feroz, de facciones duras con una gran cicatriz en el rostro, pelo desgreñado y brazos descomunales, le miró con ojos inyectados en sangre, sintió mucho miedo; aquella bestia abrazaba a una joven pequeña y frágil de ojos rasgados y cabello azabache de una belleza desmesurada, a la que protegía. Ambos subieron a un barco de tres mástiles con grandes velas blancas y unos cien metros de eslora. Extrañamente partió de madrugada, cuando comenzaba a aparecer la claridad del amanecer, con rumbo desconocido; un barco sigiloso, de tripulación fantasma, envuelto en una nebulosa, llamado “Liberté”Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-72503050572548173552016-06-22T17:40:00.000+02:002016-06-22T17:40:00.930+02:00FETICHE<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPh4IOtA2KeU5qItFmdQrFH7IUjdrpSyjL-2fcMdHg_OrUvepkgdTGxnJxdkwwFypC3-_6w-Rsv0o2-AsKoTbdK-vge_-bYsmYh8HuuEZm8HTUYX2sY4HAD1HbxJw7V1srcnRYylqG1ha8/s1600/a-rodin-lebaiser1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPh4IOtA2KeU5qItFmdQrFH7IUjdrpSyjL-2fcMdHg_OrUvepkgdTGxnJxdkwwFypC3-_6w-Rsv0o2-AsKoTbdK-vge_-bYsmYh8HuuEZm8HTUYX2sY4HAD1HbxJw7V1srcnRYylqG1ha8/s640/a-rodin-lebaiser1.jpg" /></a></div><br />
La escultura de mármol El Beso de Auguste Rodin, 1887<br />
<br />
<blockquote><b>“Encuentra lo que amas, y deja que te mate” Charles Bukowski</b></blockquote><br />
El culto a las manos, a través de ellas me comunico, entro en contacto, creo. Tal vez para mí, talismanes. Suelo mirar las manos, casi siempre sin grandes sobresaltos, pero de vez en cuando aparecen unas de esas manos que me cuentan y susurran veleidades secretas de personas anónimas.<br />
<br />
Estaba en una terraza, tomando el sol, con un gran vaso de té helado y hablando con mi compañera de trabajo cuando un personaje delgado, alto y pelirrojo se sentó en la mesa de enfrente. Seguimos charlando apaciblemente sin nada sustancial en que embelesarme. El camarero pululaba entre las mesas sirviendo bebidas y apuntando otras. Tras unos cinco minutos el camarero trajo una gran copa redonda con un líquido transparente y burbujeante entre hielo, trozos de fresa y una rodaja de lima y se la puso al pelirrojo.<br />
<br />
Aquella imagen se iluminó de forma sorprendente, fue bucólica. Una mano grande, de dedos largos y marcados rodeando la copa se la acercaron a los labios. Esos pequeños toques rojos de las fresas complementaron la imagen hasta la perfección. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y un rubor evidente incendió mi rostro. Mi compañera miró hacia donde apuntaban mis ojos a ver que observaban ante mi cambio inexplicable de semblante sin apreciar nada sobresaliente ¿Te apetece un Gin Tonic? Me inquirió con cierta curiosidad. Le indiqué con un leve ademán que no pues apenas podía pronunciar palabra.<br />
<br />
Recordé las distintas manos en las esculturas de Rodin; sobre el muslo de “El beso” o “La mano de Dios”. Una sensualidad infinita en un simple movimiento paralizado y preciso. Aquella mano de un desconocido me sedujo y enamoró como a una libertina. Necesitaba tocarla aun en un leve roce. Imagine aquellas perfectas herramientas deleitándose en mi piel con lentitud, acariciando mis cabellos enredadas entre ellas. Nada entre mi cuerpo y ellas, solo contacto y vello erizado. Una manifestación animal e instintiva.<br />
<br />
Seguimos charlando pero la conversación dejó de tener interés. Propuse marcharnos con la excusa de tener demasiado calor. Al levantarnos dejé caer mi foulard de flores rojas y aquellas manos eróticas bajaron hasta el suelo para cogerlo. Yo me incliné para cogerlo también pero sin ningún ánimo, simple disimulo. Aquel sutil roce y un etéreo aroma terminaron de consumar el éxtasis. Ni si quiera su amabilidad y sonrisa entorpecieron el momento.<br />
<br />
Le di las gracias y me marche mientras una excitación erótica inundo mi cuerpo. Jamás olvidaría aquellas manos y aquel instante en que mi fetichismo fue evidente aunque pocos percibieron la exaltación de los segundos infinitos en el tiempo.<br />
<br />
Pasó más de un mes y cada noche recordaba esas manos sobre mí mientras me deleitaba en mi propio cuerpo. Una mañana al llegar al trabajo mi jefe me llamó para acudir a su despacho. Un penacho de pelo rojo de espaldas le acompañaba y volví a ver las manos sobre la mesa del escritorio.<br />
<br />
Hola Ana, te presento a tu nuevo ayudante de diseño.<br />
Mi mente paralizada imaginó el preludio de un ser abandonado al paganismo del deseo.Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-77133157291202750092016-04-20T18:09:00.000+02:002016-04-20T18:09:31.279+02:00PAPÈL EN BLANCO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu98nNbUejVRa0eh3U4JHnP1nQlBrVJjN8biYRxpQCkg8LNKjeYkVzH0RDvAx9i22_p8Lz1dhV_N1OoJX5RQBOsjvPfYvwgDSLoNvGbo7csEe6hcBPDT29qSjPQW-VM25XFgT3BH2aDolY/s1600/6f66c4771dc811ebc2070f9ea827ad751.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgu98nNbUejVRa0eh3U4JHnP1nQlBrVJjN8biYRxpQCkg8LNKjeYkVzH0RDvAx9i22_p8Lz1dhV_N1OoJX5RQBOsjvPfYvwgDSLoNvGbo7csEe6hcBPDT29qSjPQW-VM25XFgT3BH2aDolY/s640/6f66c4771dc811ebc2070f9ea827ad751.jpg" /></a></div><br />
<b>“La nieve del alma tiene copos de besos y escenas que se hundieron en la sombra o en la luz del que las piensa” Federico García Lorca</b><br />
<br />
En aquella sombría tarde de grises, tras el cristal de un pequeño café, observaba deambular a las personas devoradas por sus abrigos para resguardarse del gélido viento. Todo el mundo se movía. Necesitaba ideas tras días en blanco, parecía que las palabras se hubieran evadido de mis castigadoras manos. El café humeante me abdujo por unos instantes, con los ojos cerrados, de la vorágine del establecimiento. Al volver a abrir los ojos, ellos se dirigieron hacia un individuo del que no me había percatado o tal vez acababa de llegar.<br />
<br />
En la calle, en la esquina frente a mí un hombre de mediana estatura se apoyaba en la pared, la pierna derecha flexionada con el tacón sobre dicho muro. Jugueteaba con un cigarrillo entre sus dedos y luego daba una calada con parsimonia y seguía jugueteando. Llevaba un abrigo desabrochado, la otra mano en el bolsillo de un impecable traje abotonado y complementado con una corbata estrecha. No podía verle el rostro, pues cabizbajo y cubierto con un gorra Gatsby, me ocultaba su mirada.<br />
<br />
Aquel personaje bien podía haber salido de una novela de Al Capone. Mientras le vigilaba seguía impasible esperando, como si el tiempo se hubiera parado, como si nada importara. Acostumbraba a morderme el labio inferior, una de mis manías, como un sabueso cuando huele una pista. Tomé la taza y bebí un amargo trago, el café sin azúcar me estimulaba. Él seguía allí, imperturbable, y yo, desde luego, no pensaba moverme hasta ver hacia dónde dirigía sus pasos.<br />
<br />
Casi acabé el café y, entonces, se acercó a él una chica con unos bonitos zapatos rojos de aguja, y un abrigo claro de paño con un exuberante cuello de piel de zorro entremezclado con una melena azabache. Intercambiaron palabras acompañadas de aspavientos de las manos de ella. No era una conversación afable. Pero él seguía inalterable contestando a los agravios de ella. De pronto ella le abofeteó lanzándole después algo a la cara que no pude distinguir. Ella se marchó y él siguió apoyando el tacón de su zapato en la pared como si nada, no se agachó para coger lo lanzado, me pareció percibir algo que brillaba en el suelo.<br />
<br />
Creo que aquello era la mejor escena que había visto representar en los últimos tiempos. Quería imprimir cada detalle. Seguía mordiéndome el labio inferior cuando él levanto su cabeza del suelo mostrando una mirada penetrante, entre maldad e inteligencia. Tiró el cigarrillo y me miró con descaro. Me dirigió una leve sonrisa y se marchó en dirección contraria a la chica. Cuando ya casi se perdía en la calle se giró y llevó la mano del cigarrillo a la visera de su gorra brindándome un saludo. Creo que percibió que había estado todo el rato escudriñando.<br />
<br />
A veces dudo de si aquella escena fue real o imaginada pero aún guardo un llavero de plata con una pequeña llave que encontré en el suelo, frente al café. Y es que ya se sabe, la plata siempre acompaña a almas solitarias. Mi imaginación vuela con un simple objeto. Algún día llenaré una página en blanco, algún día me gustaría que se cruzaran nuestras miradas.Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-49706102231672806022015-12-17T21:28:00.001+01:002015-12-17T21:28:55.506+01:00EL REENCUENTRO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtCFLfb-UmpKOewcxpi6W70F-2Vvtpr1zlz-dDMOpPRWtdK3c3afkULIu3m5Zottz9J36Chyphenhyphenyqsi4t95mU4Y-PmO8TCTODmfHtrDmX_SHpBOPRn67B5JG9KkLuUR3GG8uveFo8YB2rntv-/s1600/203cf98a8236e87ce45013c012635943.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtCFLfb-UmpKOewcxpi6W70F-2Vvtpr1zlz-dDMOpPRWtdK3c3afkULIu3m5Zottz9J36Chyphenhyphenyqsi4t95mU4Y-PmO8TCTODmfHtrDmX_SHpBOPRn67B5JG9KkLuUR3GG8uveFo8YB2rntv-/s640/203cf98a8236e87ce45013c012635943.jpg" /></a></div><br />
<b>“Un te quiero, un hasta luego y un por qué, una suerte que me ampara porque yo me la busqué.” Nach<br />
</b><br />
<br />
Para: Thomas De: Nina<br />
<br />
Asunto: Preliminares aunque mañana comamos juntos<br />
<br />
El tiempo hace que las heridas se curen aunque las cicatrices perduran. No siempre la distancia es el olvido pero si apacigua sentimientos. Así lo decidimos ambos, darnos un tiempo. Ha sido grato encontrarte y a su vez perturbador. Me ha dado tal vuelco el estómago que el café y la tostada del desayuno por un momento me han pedido paso. El corazón casi se me desboca. Pensé que deliraba.<br />
Nunca imagine mañana tan gélida y resplandeciente. Amaneció todo cubierto de una fina capa de nieve, no me quedaba más remedio que ir a una revisión. Solo pensaba en regresar a casa junto al calor del fuego y seguir deleitándome con mis ensoñaciones. Ignoraba que a veces los sueños se cumplen y volver a verte ha sido el mío. Aunque también me he llenado de angustia. Advertirte sentado en el poyete de casa ha sido una alucinación, con tu cabeza cabizbaja y las manos entrelazadas. <br />
<br />
Tras cuatro años, me buscaste. Pensabas sorprenderme y el impresionado fuiste tú. Mi querido compañero de ojos indescriptibles, de mirada melancólica sobre un horizonte gris, siento que te tuvieras que volver a sentar por el shock. Ni imaginabas mi situación, lamento no habértelo dicho en su momento. Aquel aciago día de despedidas no tuve valor, me dolía verte sufrir. Decidí, en el último instante, que ignorar mi calamitoso futuro, si es que lo tenía, te evitaría pesadumbres.<br />
<br />
Y así fue como, ante tus ojos grises, preferí ser mezquina y deleznable. Abandoné tu casa satisfecha a pesar de todo ¡Bastante tenía yo con respirar mis últimos días de aliento! En una semana estaría tumbada sobre la cama fría de acero de un quirófano con pocas esperanzas. Todo mi mal humor, mi violencia y mis dolores de cabeza que pagué contigo en aquellos últimos meses no eran psicológicos, engañosamente una bestia tumoral comía mi cerebro. Si no lo extirpaban me quedaban pocas esperanzas pero aun, arrancándolo sin piedad, las posibilidades eran poco alentadoras. El no tenerte sufriendo a mi lado me consoló. <br />
<br />
Tras la operación y no morir en el intento, mi cuerpo quedó dañado, no volvería a caminar. Después de once meses de rehabilitación interminables, regresé a casa, a nuestra casa. Estaba fría, era extraña, me faltabas, pero seguía consolándome tu ignorancia.<br />
Todos quisieron contártelo pero no se lo permití. Algún día volverías con una rubia despampanante agarrada a tu brazo a pedirme el divorcio y no te quedaría más remedio que aceptar mi nuevo cambio de imagen. Mi sensual movimiento de caderas sobre una silla de ruedas.<br />
<br />
Hoy volviste pero sin la rubia en tu brazo. Querías decirme que en estos años no has podido olvidarme, que tu espíritu, que el tiempo ha calmado, te impulsó a regresar. Yo tampoco te he olvidado, muchas noches me acompañas en mis sueños. Me he preguntado miles de veces si tú también soñarías conmigo, me convencía y sosegaba que tal vez , por fin, me habías olvidado. Ya no te torturaba.<br />
Hemos descubierto en nuestros ojos ese brillo aletargado, el anhelo de tu pulgar sobre mi mejilla, mis caricias sobre tus fornidos hombros. Hemos descubierto que a veces el amor no muere, inverna. <br />
<br />
Ya no soy el espíritu indómito de quien te enamoraste. Mañana vendrás a comer a casa, te pedí por favor que me dejaras, mañana te explicaría todo, palabra por palabra. Las fuerzas me abandonaron, tú caíste en shock pero yo, si no hubiera sido por la silla de ruedas creo que me hubiera desmayado. Ahora me sigo preguntando si mañana tendré la fortaleza suficiente para tenerte a mi lado, para conversar como lo hacíamos antes y no lo sé.<br />
<br />
Así pues llevo toda la tarde escribiendo, es más fácil que hablar. Espero que sigas teniendo el mismo correo, cuanto termine te lo enviare, presionaré la tecla sin pensarlo. La invitación sigue en pie, comeremos juntos. Pero, al menos, ya vendrás con los antecedentes un poco esclarecidos.<br />
<br />
Solo decirte que te amo, siempre lo hice y lo haré. Pero no sé si estoy preparada para compartir mis miserias. Me reitero, ya no soy el espíritu indómito de quien te enamoraste aunque he tenido que echarle mucho coraje para seguir viviendo. <br />
<br />
Me has vuelto a decir que quieres volver, al despedirnos. Sólo te pido paciencia, si algo no soportaría es verte sufrir otra vez. Paciencia para que conozcas a la mujer de ahora y a lo mejor, con tan buena suerte, descubras que ya no te gusto. Paciencia para afrontar mis mentiras por ocultarte mi problema, pues puede que la desconfianza haya alejado nuestros corazones. Si después de un tiempo quieres volver y yo puedo poner la misma audacia en besar tus labios, tal vez, y solo tal vez, podamos devolver el calor a nuestra casa.<br />
<br />
No quiero aún vivir bajo el mismo techo, solo pretendo recuperar la calma, la charlas interminables bajo la luz de la luna, la complicidad en nuestros silencios, el amor que nos hemos procesado sin pretextos. Solo quiero recuperar el roce de nuestras manos. <br />
Y si lo conseguimos, seré la persona más feliz sobre la faz de la tierra pero tú también has de serlo. Aquí no hay verdades a medias tenemos que descubrir que nuestros sentimientos de antaño no encubren la verdad de ahora ¿Y cuál es la verdad? Pues encontrar el amor con otra diversidad. Puedo volar a tu lado si tú estás seguro de querer hacerlo, pero para ello has de descubrir mi nuevo mundo, mi nuevo yo. <br />
<br />
Lamento muchísimo que te hayas estampado con mi realidad de este modo. Creo que para ambos ha sido una conmoción de sentimientos encontrados. <br />
<br />
Sigues igual de guapo que siempre.<br />
<br />
Hasta mañana:<br />
Nina<br />
Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-39726271199411856562015-10-02T10:55:00.000+02:002015-10-02T10:55:02.407+02:00LUNA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUrwwZ-mXZqwruoIhADQwkJGeq3e1FJBI72Xd1XzZKURPdMaoQHfCvms4sWVgVrGrpGKlk-TAbr4KoOyBvYuFlESH_NOFd9WdWl53hN8LCFBo1DayxP_ci7KHx_EFe28w_PkgwwdaeJgRL/s1600/luna.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUrwwZ-mXZqwruoIhADQwkJGeq3e1FJBI72Xd1XzZKURPdMaoQHfCvms4sWVgVrGrpGKlk-TAbr4KoOyBvYuFlESH_NOFd9WdWl53hN8LCFBo1DayxP_ci7KHx_EFe28w_PkgwwdaeJgRL/s640/luna.jpg" /></a></div><br />
Ilustración de Luis Royo<br />
<br />
Hay noches que me pierdo en tu rostro,<br />
Divago ante ti como un efebo.<br />
Te hablo, te pregunto, te idolatro.<br />
En aciagos momento eché de menos contemplar tu estela,<br />
Fueron instantes perdidos y llenos de tristeza.<br />
Tú, luna, has sido mi brújula,<br />
El cuaderno de bitácora donde reflejar mis desconsuelos.<br />
Siempre embistes mis bríos con tus destellos,<br />
Los desatas y acompañas por los bosques del alma.<br />
Luna llena, satisfáceme la vida.<br />
<br />
Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-84422254556372616262015-09-21T11:31:00.000+02:002015-09-21T11:31:05.892+02:00EL AROMA DE LOS RECUERDOS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOlqsCb2oJRcSSOD2fB7MxdBCfzrktYWUNaooLyaVw_wq_8RziRq1crpL4G3WSTRAGI9FD0vfn4Wjf4YYeQ6C4rpBzexjObFbEpFha9e66DfAHEJ3FYT-qWfeADDPBKhh_rHtLej9LRqZL/s1600/luis-royo_dead-moon_07_ai_15.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOlqsCb2oJRcSSOD2fB7MxdBCfzrktYWUNaooLyaVw_wq_8RziRq1crpL4G3WSTRAGI9FD0vfn4Wjf4YYeQ6C4rpBzexjObFbEpFha9e66DfAHEJ3FYT-qWfeADDPBKhh_rHtLej9LRqZL/s640/luis-royo_dead-moon_07_ai_15.jpg" /></a></div><br />
Ilustración de Luis Royo<br />
<br />
<b>“El tiempo no es sino el espacio entre nuestros recuerdos” Henri-Frédéric Amiel</b><br />
<br />
Un dulce olor a recuerdos usurpa mis sueños<br />
En las serenas noches de otoño.<br />
El galanteo de un hombre joven ante la inocente mirada<br />
De aquella que fui.<br />
Y en la mañana mi piel impregnada de anhelos<br />
Le añora.<br />
Hace muchos inviernos que nuestros ojos<br />
No centellean en pasiones lozanas.<br />
Alguna vez ¿Me echaste de menos como yo a ti?<br />
¿Interfieres en mis frías sombras buscando caricias?<br />
Hay huellas profundas que no borra el viento<br />
Ni las grandes tempestades.<br />
Tal vez nuestros caminos se acerquen<br />
Ignorando el destino.<br />
Pues lo que fuimos somos y seremos,<br />
Nunca hubo ruptura entre ambos.<br />
Solo los sucesos soplaron las velas por otros mares<br />
Inhóspitos y lejanos.<br />
No nos queda más que volver a batir nuestras alas<br />
Sobre un fuego eterno.Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-45939978557245287192015-07-06T14:57:00.000+02:002015-07-06T15:35:30.872+02:00ESENCIA A PECADO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNocVYJE5a0WnnF2jIEvUZs5uzey1Az5zqdQSwa1k3FYW5yZT4agvaxDnVhOP5PA5yAVKDXWtHSYBrBf4vpKDuy0HbLB530daffKaEP_zINURXR-Lm-uyj7clMblsRdlSBZ4-fFKYOwGkF/s1600/5c48764f43b2dc91548fa03af802b34d.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNocVYJE5a0WnnF2jIEvUZs5uzey1Az5zqdQSwa1k3FYW5yZT4agvaxDnVhOP5PA5yAVKDXWtHSYBrBf4vpKDuy0HbLB530daffKaEP_zINURXR-Lm-uyj7clMblsRdlSBZ4-fFKYOwGkF/s640/5c48764f43b2dc91548fa03af802b34d.jpg" /></a></div>Ilustración de Sergio Martínez Cifuentes<br />
<br />
<b>“Lilith es el nombre dado por el Talmud a la primera mujer de Adán, madre de gigantes y demonios, según las leyendas rabínicas. Lilith acabó rebelándose contra Adán y contra Dios, y voluntariamente abandonó el Paraíso “</b><br />
<br />
Ese aroma almizclado era su aroma. No la estela que dejaba a su paso o la fragancia de su caro perfume. Era la esencia de las horas inciertas bajo sus sábanas. El deseo irreprimible que a penas no me dejaba respirar cuando sus manos se deslizaban por mi torso, cuando su cuerpo cabalgaba sobre el mío. Siempre tras los gemidos y jadeos aquel olor que se quedó impregnado en mi alma.<br />
<br />
La nostalgia me hizo estimar tu presencia. Obsesionado, la vida dejó de interesarme. Solo su aroma podía apaciguar la violencia de la inhibición.<br />
<br />
Hoy, tras mucho tiempo, usurpó mi olfato, mi tacto, mi gusto… mi espacio. Vuelvo a tenerla entre mis brazos, entre sedas y encajes. Jamás volverá a alejarse aunque perezcamos en el intento, el infierno será mi destino, o el de ambos. Soy culpable del deseo fanático que siento por ella. Tú eres Lilith, la que surgió del averno para arrastrarme.<br />
<br />
¡Qué importa una eternidad en llamas!Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-14932791372464654552015-05-17T13:47:00.000+02:002015-05-17T13:47:01.819+02:00DIVERGENCIAS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTzCfOCDW7OhhjSVyysuX2CYnuTqhOJuZtVuh1L7qBUad2sRoaudASVNZ6mJmgsdKT59oabgGrYpMwxt-BynODtOvoY0Ad437N-P715FVJ7K7ogTm6AR0ecYj5qCtvGKX0UzFgOMEInPUq/s1600/!cid_F693DAEA-1CAD-46DB-803A-21895AA307C0%40homestation.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTzCfOCDW7OhhjSVyysuX2CYnuTqhOJuZtVuh1L7qBUad2sRoaudASVNZ6mJmgsdKT59oabgGrYpMwxt-BynODtOvoY0Ad437N-P715FVJ7K7ogTm6AR0ecYj5qCtvGKX0UzFgOMEInPUq/s640/!cid_F693DAEA-1CAD-46DB-803A-21895AA307C0%40homestation.jpg" /></a></div><br />
Fotografía de Jaap Scholten – http://www.textandtravel.com/publications/<br />
<br />
<b>“Si no tardas mucho, te espero toda la vida” Oscar Wilde</b><br />
<br />
El sol resplandecía sobre todas aquellas flores que nos rodeaban acentuando los matices. Un aroma almizclado nos envolvía, fragancia y deseo. Las copas de vino irradiaban, en el ambarino líquido, una serenidad inquieta. El calor incidía en nuestros rostros, ambos teníamos los ojos cerrados pero su mano apretaba fuerte la mía.<br />
<br />
Iba a ser una separación tan solo por unos meses pero mi corazón estaba henchido de ansiedad. Siempre habíamos Intentado permanecer lo más cerca posible a pesar de las discordancias personales. Ambos sentíamos la necesidad de percibir nuestras almas cerca, protegiéndonos el uno al otro. Desde el primer instante la atracción fue mutua, supimos, como esa intuición que surge en un destello, que éramos el complemento perfecto en nuestras divergencias. Un simple roce de su pulgar sobre el torso de mi mano hacía que un torrente surcara nuestros cuerpos en un océano de instintos.<br />
<br />
Tras unas horas disfrutando llegó el instante aciago. El me abrazó fuerte, queriendo inmortalizar ese contacto íntimo de nuestros cuerpos. Después su mirada azul hielo se clavó en mis acuosos ojos, posó sus dedos en mi barbilla levantándome el rostro y me besó. La intensidad de sus labios permaneció durante largo tiempo en los míos. Subió al coche y me gritó:<br />
<br />
¡Te amo, nena! Eres mi brújula y pronto regresaré a tu lado.<br />
<br />
Me había llamado nena, me sonreí. Regresé a mi pequeño paraíso de tulipanes y narcisos, entre tejos y robles ¿Volvería? Había dos generaciones de diferencia entre nuestros nacimientos. Él respiraba juventud por toda su piel y yo comenzaba a cruzar el meridiano de mi existencia. Volvería, algo inquebrantable atenazaba nuestras vidas pero, aun así, había valido la pena. Él había sido la lluvia sobre un campo yermo.<br />
<br />
Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-9636620224306705252015-04-08T16:20:00.002+02:002015-04-08T16:45:30.239+02:00SE BUSCA<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVMQnPOJtXyELN5mKvnT3dsxyAvQVPGT8cJOUC2xVasklsXIcEpVSjF1mUu2wCNbii4f9pU8yXtx22K-ak0NWXITYVpoI96ENSV02T2TZ0mIPDfgA7G95OR-3xmkoLXVfLGU4hx4Dtqlyi/s1600/se-busca.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVMQnPOJtXyELN5mKvnT3dsxyAvQVPGT8cJOUC2xVasklsXIcEpVSjF1mUu2wCNbii4f9pU8yXtx22K-ak0NWXITYVpoI96ENSV02T2TZ0mIPDfgA7G95OR-3xmkoLXVfLGU4hx4Dtqlyi/s320/se-busca.jpg" /></a></div>Ilustración de Sabrina Mauregui<br />
<br />
Se busca ilustrador<br />
para atrapar las palabras que flotan en mi mente.<br />
Aquel que perciba mi unicornio,<br />
el que me acompaña en la soledad de los días.<br />
Aquel que vea el universo de matices<br />
por el que sueño cada noche.<br />
El que advierta todos los héroes y villanos que habitan mis leyendas.<br />
Se busca,<br />
Si me encuentras cuando tus dedos se deslicen<br />
y mis colores sean los tuyos,<br />
No dudes en arribar en el puerto de mis quimeras.Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-60442321500527202502015-03-24T12:09:00.000+01:002015-03-24T12:09:31.144+01:00ALGÚN DÍA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvQNq4hHsrXmPzx7NUUQV-Cgzsl55pAwsdc4J6jDRI3RkIpkBymalGmKtWDnaAe0jsVyVjrQBMdAf85N1TSoxgWp5z13xH2QTQc9aVldDuWdejY-PLt9ep7MmhhVdoY3Rf0lVicdTHFNbP/s1600/a5b697d6b39affc36ded5d649aa2e607.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvQNq4hHsrXmPzx7NUUQV-Cgzsl55pAwsdc4J6jDRI3RkIpkBymalGmKtWDnaAe0jsVyVjrQBMdAf85N1TSoxgWp5z13xH2QTQc9aVldDuWdejY-PLt9ep7MmhhVdoY3Rf0lVicdTHFNbP/s320/a5b697d6b39affc36ded5d649aa2e607.jpg" /></a></div><br />
<br />
<b>Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día cada uno pueda encontrar la suya - El Principito</b><br />
<br />
Mi querida amiga, mi apoyo incondicional aún en la distancia, me recomiendas contar mi historia. Mira que lo he intentado veces y las palabras se me atragantan. Hace tiempo que todas esas experiencias dejaron de doler pero no hallo la manera adecuada de comenzar. Lo mío, como lo de otros muchos, superó la ficción y eso a veces es difícil de plasmar. Olvidé caminar y aprendí a volar; pensé envejecer a su lado y hoy las mecedoras están vacías; comencé de nuevo con un puñal a la espalda y, con el tiempo, sucumbió solo. Al final, tras muchas cicatrices, solo me queda agradecimiento pues, en estos diez años, mis vuelos imitaron al del Fénix, renací de las cenizas. Hoy mi ser es otro, lleno de pasión, amistades y felicidad en un alma colmada de fuego, aquel del que solo quedaban rescoldos. Algún día escribiré mi leyenda o, tal vez, las muchas primaveras borrarán su huella.Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-28051440455500930922015-03-18T16:12:00.000+01:002015-03-18T16:12:23.412+01:00EL ÁNGEL DE LAS SOMBRAS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv39cHosWoj27BpOIauOTvoy-ebuWSPw9MCFPGATzCqbEZ4y0o655iwElbbQrS22DMAS4Lw0_gvYzWyYN2nkDSw0ZR-ocOTRi0eKL-lSzHJ_PSMZyfRMsE3Rlccrgn6ow4jH9Kq9udDCLL/s1600/137aa3bf99b5758571d297a2ce32c6e9.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv39cHosWoj27BpOIauOTvoy-ebuWSPw9MCFPGATzCqbEZ4y0o655iwElbbQrS22DMAS4Lw0_gvYzWyYN2nkDSw0ZR-ocOTRi0eKL-lSzHJ_PSMZyfRMsE3Rlccrgn6ow4jH9Kq9udDCLL/s640/137aa3bf99b5758571d297a2ce32c6e9.jpg" /></a></div><br />
<b>“El amor no prospera en corazones que se amedrentan de las sombras.” William Shakespeare</b><br />
<br />
El viento a su alrededor, cuando bate sus alas, se percibe. No siempre se aprecia igual su presencia, pero sí es constante cuando los oscuros secretos atenazan el corazón de Clara. Las lágrimas se deslizan con lentitud por el rostro de ella. Las manos inquietas no dejaban de girar una sobre la otra. Era el retrato de la pesadumbre y la tristeza. Por mucho que se intentaba hablar con ella, jamás expresó sentimiento alguno: la vida era dura, la vida era así ¿Así cómo?<br />
<br />
En apariencia aquella mujer independiente, guapa, con buen gusto era insegura, sus gestos la delataban. Continuamente se atusaba el cabello, se recolocaba las ropas y necesitaba la aceptación de los demás para sentirse bien. <br />
<br />
Toda la angustia solo podía solventarla una acción: El perdón. Palabra fácil de pronunciar y difícil de llevar a cabo. Los miedos atan de tal manera que no dejan avanzar, destruyen los deseos que son los únicos que nos impulsan. Siempre aquel semblante lúgubre de facciones enervadas. Hastiado el ángel de perseguir sus sombras y tras los continuos rechazos de muchos de aquellos que intentaron tenderle una mano, tomó una decisión. Su mano izquierda descendió sobre la frente de Clara y borró los recuerdos.<br />
<br />
Se engañó el ángel. Aunque suprimió los oscuros secretos que atenazaban el corazón de Clara las sombras de sus ojos seguirían anocheciendo su mirada. El amor está en el alma de cada uno y si no sabemos apreciarlo en los mínimos destellos diarios jamás lo encontraremos. Hay seres que no ven el sol. En los días nublados lo cubren las nubes y, en los claros, los rayos del astro rey ciegan su mirada.<br />
Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-61813935103329944642015-02-19T19:36:00.001+01:002015-02-19T19:48:56.223+01:00¡HOLA! DE NUEVO<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://loladc.files.wordpress.com/2015/01/cb12449d8aea43fbad96eed8003dee1d.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://loladc.files.wordpress.com/2015/01/cb12449d8aea43fbad96eed8003dee1d.jpg" /></a></div>Fractal por minimoo64<br />
<br />
<b>“Una vez que has entregado el espíritu, todo se sigue con absoluta certeza, aun en medio del caos” Henry Miller<br />
</b><br />
<br />
Había pasado más de un año desde que abandoné París en un tren de nostálgica tristeza. Aquel trabajo me retribuyó con cuantiosos beneficios, me proporcionó un tiempo sabático y un vacío sombrío. Reflexioné sobre lo que había encontrado en aquella ciudad sin buscarlo y, concluí, que él sería la brújula en el itinerario de mi existencia.<br />
<br />
Le echaba de menos pero la vida continuaba. No iba a ser fácil encontrar su clemencia y perdón. Cómo explicar que mi trabajo como espía industrial nada tenía que ver con lo que había ocurrido entre nosotros. Añoraba las charlas interminables en su jardín entre aromas de café y rosas. Sus manos acariciando el dorso de las mías y abrasándome con su mirada lasciva. Enloquecíamos con apenas un roce. Los encuentros, unas veces brutales otros dóciles, de nuestros cuerpos ante aquella habitación con un gran ventanal al ocaso. En la nostalgia me aferraba a su camisa en la que aún permanecía su aroma o daba vueltas a su añillo. Aquel anillo de plata labrada con trisqueles celtas no me lo había quitado desde que él me lo regalo.<br />
<br />
El tiempo de descanso llegó a su fin. Otro trabajo me trasladó a Boston, a un congreso sobre alta tecnología aeronáutica. El aforo estaba lleno de personas extrañas y bien trajeadas, un fuerte murmullo flotaba en el ambiente. Algo no iba bien, sentí esa punzada en mi muñeca izquierda que me advertía del peligro. Era algo inexplicable pero el tiempo me había enseñado que aquella manifestación pocas veces se equivocaba.<br />
<br />
Percibí unos ojos atravesándome la nuca. Con un leve y lento giro me agaché haciendo como que buscaba en mi bolso, levanté la vista y allí estaba. Me miraba febrilmente pero esta vez con odio y premeditación. Me volví a girar y me senté como si nada hubiera ocurrido. Mi cuerpo no manifestó ninguna inquietud pero mi corazón se aceleró a mil por hora. Tenía que mantener la calma, no pensaba huir, nuestro inevitable encuentro había llegado antes de lo esperado. Hallaría la manera de hablar con él, de explicarme, de que me escuchara para obtener su indulgencia.<br />
<br />
Oí la conferencia sin enterarme casi de nada. Fue una hora de torturada paciencia. Recogí mi cartera y mi bolso, y me dirigí hacia el ropero a recoger mi abrigo. Me esperaba en el vestíbulo, siguiéndome por si hubiera tenido la intención de escabullirme. Nada más lejos, llevaba un año esperando el momento y no lo iba a desaprovechar aunque el desenlace no fuera el deseado.<br />
<br />
Fui hacia él e hice un ademán con mi rostro como saludo. Él me agarró fuerte del brazo sin mediar palabra y enfilamos hacia la salida con enérgicas zancadas. Aquel no era el sitio adecuado para hablar. Me dolía, sus dedos se hundían en la piel con rabia e impotencia.<br />
<br />
Me guio hacia una bocacalle, se detuvo y se situó frente a mí impidiéndome la huida. Era un animal herido y frustrado, me zarandeó con violencia.<br />
<br />
– Tenía ganas de mirarte a los ojos maldita arpía —con semblante febril.<br />
– Pues aquí me tienes —intentando mantenerme serena— y ¿Qué ves?<br />
– La mirada de una serpiente que no dudó en jugar con los sentimientos para conseguir su propósito. Por tu culpa me descendieron y casi pierdo el empleo.<br />
– Te equivocas, los sentimientos no tuvieron nada que ver con los negocios.<br />
– Pues aún estoy esperando una explicación sincera por tu parte, zorra.<br />
<br />
Me zafé de un tirón de su brazo y me coloque mi elegante traje gris marengo de ejecutiva. Volví a mirarle desafiante cuando divisé su mano acercándose con violencia a mi rostro, le bloqueé con mi antebrazo y le di con todas mis fuerzas un rodillazo en la entrepierna. Allí, doblado en aquella bocacalle extraña, donde el viento hacía volar varias hojas de periódico, me agaché y le susurré al oído:<br />
<br />
– Ahora que ya hemos medido nuestra virilidad podremos hablar y escupirnos a la cara todos los reproches. Espero limar asperezas sin intimidaciones, cariño.<br />
Esperé un rato hasta que se recompuso y le tendí una mano.<br />
– A tú hotel o al mío—le espeté con una seguridad de la que carecía.<br />
– Prefiero al tuyo—con la respiración entrecortada— así no tendrás oportunidad de desvalijarme.<br />
<br />
En aquel extraño momento de tensión, mientras íbamos en el taxi, recordé una de las muchas frases de la abuela: las apariencias gélidas esconden corazones ardientes pero hay que aprender a llevar esa mascara y saber con quién poder quitársela. Allí estaba yo al lado de él como una roca volcánica, por fuera dura y oscura por dentro magma candente a punto de eclosionar y romper su secreto.<br />
<br />
Seguía herido de muerte, iba a ser difícil reparar y sanar las heridas. Pero había aceptado hablar, aún no estaba todo perdido. Yo sabía que por encima de nuestro desencuentro había algo que nos unía: la teoría de la geometría del caos, el destino, un fractal con dos estructuras que se repiten y complementan.<br />
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Segunda parte del relato ¡HASTA PRONTO! http://intuicionesdelunaazul.blogspot.com.es/2015/01/hasta-pronto.htmlIntuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-5600846516962797452015-01-14T11:18:00.001+01:002015-01-14T11:18:40.262+01:00¡HASTA PRONTO!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCUQbk3jn81v6kIIQavwr_vIuUcznUqy2GOdQLNElpv7z3GE3EmELF7RKkWKqwBVlGTepes37ZA0rLBmC0roEAYSlrWi6nXByw3FG8YUW7BI-HQtassMGMqTKYCVccYPIam4oXo9tW4yn3/s1600/bf5697af465301c219dc0c7575b59da7.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCUQbk3jn81v6kIIQavwr_vIuUcznUqy2GOdQLNElpv7z3GE3EmELF7RKkWKqwBVlGTepes37ZA0rLBmC0roEAYSlrWi6nXByw3FG8YUW7BI-HQtassMGMqTKYCVccYPIam4oXo9tW4yn3/s640/bf5697af465301c219dc0c7575b59da7.jpg" /></a></div><br />
<b>“Si las puertas de la percepción fueran limpiadas, todo aparecería ante el hombre tal como es: infinito.” William Blake<br />
</b><br />
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Está lejos, muy lejos. Me ha enviado unas fotos desde apartadas tierras. Debe de hacer mucho frío, jamás le vi tan abrigado. A veces pasea por el jardín lleno de escarcha en mangas de camisa y cuando entra a la casa desprende calor sobre una piel gélida. Su rostro anguloso y marcado es peculiar, con una mirada ártica rodeada de fuego en los cabellos. A pesar de su robustez, siempre me ha parecido una bondadosa alma en un cuerpo hercúleo. No he querido acompañarle pero pretendo imprimir cada sentido, cada ademán, cada costumbre de él.<br />
<br />
Mi maleta está preparada y, entremedias de mi equipaje, una camisa suya. El olor me evocará su presencia y me ayudará en aciagos momentos. Me marcho, no puedo exponerle a mis intrigas además de que me han descubierto. Entré donde él dirige el departamento de investigación y desarrollo. Hace meses que recabé la información necesaria para mis mecenas. Hace meses que debería haberme marchado. Me dedico al espionaje industrial como mi abuela que acechó al enemigo en la última gran guerra. Lo llevo en los genes y, como ella, me enamoré de uno de mis adversarios.<br />
<br />
Sé que los caminos volverán a cruzarse. Ambos abandonaremos nuestros círculos para buscarnos en el momento preciso. Por encima de las circunstancias el destino está presente en las existencias. Cuando nos miramos por primera vez supe que ya en otras vidas compartimos hábitos, nos conocíamos. Sé que él también presintió la cercanía.<br />
<br />
Tal vez los cuerpos se hicieron uno cuando yo era una hechicera en el siglo XVII y él un Capitán testarudo de alta alcurnia de Toledo; o cuando fui la encargada de un castillo escoces y él un mozo de cuadras. Tengo sueños o reminiscencias pero ambos somos los protagonistas de ellos.<br />
<br />
Lo único que me lastima son las consecuencias que le deparen mis actos. Tarde o temprano entenderá que los dirigentes son diferentes personas pero siempre con el mismo traje de codicia y traición. Mis pesquisas sólo tenían el propósito de acercarme a ti y ambos lo ignorábamos.<br />
<br />
Anhelo sus grandes manos recorriendo mi cuerpo, su respiración agitada sobre mi nuca pero esos recuerdos me mantendrán. Y así el tiempo pasa sobre los raíles que me alejan de París, de él. Ese sonido monótono y continuo que da sopor en el tren y que a mí me llena de una nostálgica tristeza. Se hará muy largo el viaje, la ausencia.Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-24779766662128586832014-11-28T20:29:00.000+01:002014-11-28T20:29:07.410+01:00EL JARDÍN DE VAN DER DECKEN<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeZc-4CqNVJTJpwuDiwYwAlWtA6tjzAHNaKGvyJlhabS7WljRYxB-brYlDJPaLif4bVhcXNYyQgd6eftrGxgN93MMQFNsBKVweYPYVvW1oGuxLPSvia3z-D-PjpCUC6Qq09zvAiWaPOx7a/s1600/El+jard%C3%ADn+del+holand%C3%A9s+errante.docx.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeZc-4CqNVJTJpwuDiwYwAlWtA6tjzAHNaKGvyJlhabS7WljRYxB-brYlDJPaLif4bVhcXNYyQgd6eftrGxgN93MMQFNsBKVweYPYVvW1oGuxLPSvia3z-D-PjpCUC6Qq09zvAiWaPOx7a/s640/El+jard%C3%ADn+del+holand%C3%A9s+errante.docx.jpg" /></a></div><br />
Aquel rincón era un centro telúrico, un punto álgido de vibraciones terrestres. Estar allí bajo su dominio y bañada por los rayos del sol del ocaso aliviaba todo su delirio. Aquel jardín tenía influencia sobre ella pero también era parte de la esencia de él. Sobre la mesa de madera reposaba el cuaderno y la pluma, esperando una respuesta que tardaba en llegar.<br />
<br />
Nina reflexiona rodeada de las plantas y los árboles. A su lado derecho varios mirtos y un gran cerezo de hojas esmeralda que le da sombra, ambos evocan a la fecundidad y al amor. Se tranquiliza con sus pies descalzos rozando miles de aromáticas florecillas blancas de manzanilla. El acebo en una esquina sombría donde ahuyenta a los malos espíritus. El roble, uno de los árboles favoritos de Ian, traído desde las tierras de sus ancestros; bajo su protección se reunían los druidas y los amantes. El ciprés de la entrada siempre le pareció arrogante. Un jilguero gorjea en el tejo centenario, árbol mágico de vida y muerte; solo con tomar sus bayas viajaría al mundo de Hades. El madroño que en otoño habrá teñido de sangre sus bayas, su jugo embriaga la razón. Todo tenía sentido en aquel oasis.<br />
<br />
El aire llena los pulmones de Nina que cierra los ojos e inspira con fuerza. Aquel jardín es aliento para su alma. A ella le seduce el sonido del viento enredado en las ramas, el aroma del espliego, el tacto húmedo de las gotas de rocío y los miles de reflejos que destellan en la copa de vino que también descansa sobre la mesa; el líquido en el paladar es dulce ambrosía escarlata, ella lo comparte con Ian en muchos momentos.<br />
<br />
Se levanta y camina con sus pies desnudos acercándose a aquel rosal extraño de flores malvas. Echa de menos a Ian, su esencia le acompaña entre sus plantas pero ¡Está tan lejos! Añora su mirada. Esos sentimientos encontrados que le acercan entre sus dominios cuando miles de kilómetros los separan. Anhela su regreso pero desconoce si él la ansía en la distancia.<br />
<br />
Se vuelve a sentar junto al cuaderno y la pluma. Ha de escribir, encadenar palabras para autoanalizar su ansiedad pero no encuentra el rumbo. Vuelve a beber un sorbo de vino, su mente comienza a enajenarse. Nunca toleró el licor pero lo toma porque a él le gusta. Otra de las maneras de aproximarse a Ian en momentos de soledad. <br />
<br />
Se recuesta sobre el brazo y vuelve a cerrar los ojos, poco a poco se pierden los sonidos. Cree que está durmiendo pero sigue en el jardín, en aquel rincón. Se sobresalta, no está sola, le acompaña un hombre de edad madura, con una gorra de capitán y una pipa en su boca. El pelo que le asoma bajo la gorra y el bigote unido a sus patillas es agrisado, el tiempo también navega en sus cabellos. Manos encallecidas y robustas sujetan la pipa. Sus ojos, de un azul transparente, la miran con dulzura. Saca su pipa de la boca y comienza a hablar, con una voz calmada, cortes y reservada. <br />
<br />
- Hola Nina, me llamo Van der Decken, soy el capitán del Holandés Errante. ¿Oíste alguna vez hablar de nosotros? Andas perdida, buscas y no hallas sosiego. Cuando el embrujo del Mar del Norte usurpa el espacio, no hay escape. Deberás dejarte llevar hasta hundirte en sus profundidades y tu maldición será eterna, pues surcarás sus aguas por siempre y, tan sólo cada cierto tiempo, podrás descansar tu alma en tierra firme. En esa tierra que es su cuerpo, en ese océano que será su sangre y en ese aroma salobre que cubre su piel. Déjate arrastrar, aprende a atravesar las olas hasta que llegue tu momento. Ofrece tu rostro a las estrellas y no dejes de seguir el horizonte pues, este amor sólo llega con una entereza perseverante. Que las musas te encuentren con la mente urdiendo palabras sobre lo que nutre vuestra pasión. Ese es el secreto para vuestro amor. Resistir el azote de las olas y luchar por no perder el rumbo hasta vislumbrar el sol. Escribe sobre lo que sientes y sobre lo que compartís. <br />
- Me dejaré atrapar Capitán y no me resistiré a la corriente de las miles de emociones que se agolpan. Pero qué me dices sobre él, sobre su regreso.<br />
- Ama incondicionalmente y llegará el momento de arribar en tu puerto. Se impecable con tus palabras, no te tomes nada como personal, no intentes ponerte en sus pensamiento, y sigue esperando poniendo todo el corazón. Las mareas te serán propicias.<br />
<br />
Algo la golpea en el hombro. Una bruma desdibuja el rostro del Capitán, vuelven los sonidos y abre los ojos. Una figura difuminada por el resplandor del ocaso la sonríe.<br />
<br />
- Te has quedado dormida nena. Hola, regresé antes de tiempo y decidí darte una sorpresa.<br />
Ella con rapidez se abalanza sobre su cuello y le abraza con fuerza. <br />
- No puedo creer que hayas regresado—con lágrimas en los ojos.<br />
- ¿Me has echado de menos? Siento la última bronca, nuestras últimas diferencias me atormentaban—acaricia el pelo de Nina. <br />
- Te he echado de menos una eternidad. Me hundí en las profundidades como una maldición por esas últimas palabras que me dijiste, pensé que ya no me querías. Pero has vuelto y eso es lo que importa, el instante de descansar en tu tierra firme. Sé que volverás a partir, no ataré tus alas y te anhelaré. Pero el amor sobrevuela sobre nuestros rumbos.<br />
- ¿Estás aún dormida? Tus palabras suenan extrañas. <br />
- He de aprender a vivir con tus arrestos y mis impulsos, con nuestras manías y rarezas. Mantener nuestros espacios, libertad absoluta.<br />
- Nena no dudes en ningún momento que me robaste el corazón y ahora formas parte de mi existencia. Aprenderemos a navegar en nuestras tempestades.<br />
<br />
Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4815421094712291364.post-66579319728148254962014-11-12T09:45:00.000+01:002014-11-12T09:45:02.671+01:00NOCTÁMBULO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW0eZkHrl8sQkVuMRmN9daPorZmb49j7jr1JKHWjdcpuvHiOFhxD1w6fypIAGDzQ7LBPNd_CKuLVwNd-D5m7GztwUcdZQgiaojJjisvPMjDnG2QjFRkltGPHk5jRWJqx1tGE6IvrWKFQlK/s1600/Noct%C3%A1mbulo.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW0eZkHrl8sQkVuMRmN9daPorZmb49j7jr1JKHWjdcpuvHiOFhxD1w6fypIAGDzQ7LBPNd_CKuLVwNd-D5m7GztwUcdZQgiaojJjisvPMjDnG2QjFRkltGPHk5jRWJqx1tGE6IvrWKFQlK/s640/Noct%C3%A1mbulo.png" /></a></div><br />
<b>“Peregrino de todos los mares; marinero de todos los puertos; noctámbulo de todas las noches...Decidí sucumbir para siempre.” Francisco Tario</b><br />
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Todos tenemos un lado oscuro, un impulso destructor por miedo o supervivencia. Los siglos me enseñaron que hasta la más cándida de las almas puede enmascarar la faz de la muerte. Sí, el tiempo me ha enseñado eso y otras muchas cosas que me han amarrado a este mundo. Mi nombre es Vlad.<br />
<br />
Intento pasar desapercibido pero mis ojos llaman la atención, nací con heterocromía. Uno de mis ojos es añil y el otro castaño. Pocas veces expongo la mirada, siempre observo tras mis largos y negros cabellos o bajo la capucha de una cazadora. Si alguien consigue percatarse procuro alejarme, me intimida, como si pudieran descubrir alguno de mis sombríos secretos.<br />
<br />
Llevo varios años habitando en un edificio en ruinas en medio de la ciudad, un antiguo teatro. Nadie se acerca por aquí, la gente habla de extrañas voces; que es un lugar donde habita un espíritu siniestro que se alimenta de almas. Pocos traspasan los límites y menos aun se sumergen en sus escombros. Yo creé el rumor que se dispersó como las plumas por el viento. Vivo bajo el escenario, en el foso, desciendo a través de una trampilla que en la jerga teatral la llaman escotillón. No necesito mucho espacio, me gusta la penumbra y la soledad. <br />
<br />
Subsisto con mis recuerdos. La añoro aunque, hace tanto tiempo que la perdí, que todos los días intento evocar cada fracción de su rostro para no olvidarla. Jamás he querido volver a amar para evitar el dolor de la pérdida, todavía la lloro. Como dicen en la película “Drácula” de Coppola: He cruzado océanos de tiempo para encontrarte. Anhelo ese instante, cuando nuestros destinos se vuelvan a encontrar.<br />
<br />
Mientras tanto, me sumerjo en el mundo de la noche entre chaperos, prostitutas, chulos, camellos, drogadictos y gentes del mal vivir. Me alivia ver que hay más seres atroces como yo. Cada noche recorro el barrio de La Luna. Todo se confabula en sus calles y, por supuesto, yo también. Ciertos rostros me son familiares pero otros muchos cambian cada vigilia. Busco en aquellos desconocidos la presa perfecta. Los que ya me conocen se alejan, saben que mi semblante inocente solo es un reclamo.<br />
<br />
Al pasar por uno de los callejones percibo golpes y gritos. Observo a distancia de qué se trata. Un chulo golpea con saña a una joven de cabellos rojos. El olor a sangre llega a mis fosas nasales, inspiro con ansia. Con paso lento me voy infiltrando en la penumbra. El hombre de cabello engominado, chaqueta roja y zapatos de puntera detiene el brazo en el aire al sentir mi presencia. La joven está sentada en el suelo, solloza y se seca la sangre que cubre su cara con la manga de la camisa de encaje. La falda es tan corta que sus largas piernas se exponen dejando entrever que no lleva ropa interior. Parte de sus pechos turgentes se exhiben apretados por un corpiño de cuero sobre la camisa blanca salpicada de manchas rojas.<br />
<br />
El Chulo sonríe deslumbrando la oscuridad con su dentadura y saca del bolsillo de la chaqueta una navaja de mariposa con la que empieza a jugar para amedrentarme. Cuando estoy a dos o tres pasos del sujeto éste se arranca. Bloqueo el brazo armado y le agarro el cuello. Le levanto y queda suspendido en el aire, rozando el suelo con las punteras de los zapatos. Su rostro comienza a congestionarse y tras un minuto le lanzo contra la pared. Cae inconsciente sobre unos cajones y percibo como le abandona la vida.<br />
<br />
Miro a la joven que, asustada, comienza a arrastrarse hacia la pared en un intento de huida. Mis ojos le han sobrecogido más que su proxeneta, sé que en la penumbra mi mirada desata terror. Me acerco a ella y la tiendo la mano, hace una maniobra extraña, ha cogido un objeto del suelo. La vuelvo a hacer un ademán para que se levante del suelo. Con un movimiento rápido me asesta una puñalada, noto la punzada aguda en mi estómago. Me ha clavado la navaja de mariposa de su maltratador. Apretó su muñeca y la acerco hacia mí más, mientras no deja de hundir la navaja. Ve que mis fuerzas no flaquean e intenta con desesperación zafarse. <br />
<br />
Aferro su pequeña cara, la susurro al oído que sólo pretendía ahorrarla unos cuantos golpes. Aproximo mi boca a la suya y la beso con suavidad, sin soltarla. Rozo mi rostro por sus cabellos, sorprendentemente huele a jabón de almendras. Un olor que me trae acariciados recuerdos. Por unos segundos mi mente se evade a otra época en la que no era el que hoy soy. Un grito ahogado me devuelve a la realidad y retorno a besarla. Su expresión de pánico se va acentuando hasta que clavo mis colmillos en su cuello, con cada sorbo se apagan los latidos, hasta que reposa sin vida sobre mis brazos.<br />
<br />
El miedo y la supervivencia volvieron a mostrar el rostro del asesino. Aquella frágil mujer no dudo en robarme el aliento. Lástima que dicho aliento fue despojado hace dos siglos bajo un lúgubre puente, mientras lloraba la perdida de Nina. Lamenté y seguiré lamentando su ausencia mientras condeno mi alma. Yo soy el auténtico criminal, que no tiene miedo y expone su cuerpo para que se le arrebaten en un intento desesperado de bajar a los infiernos. En mis inicios maté sin cordura, inyectado de odio, incluso a mi creador, soy el noctambulo que camina por barrios sombríos, ávido de sangre. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM9ZACBP-hgSGbt51NBp4EdnVOXOxRP7m-wrhyphenhyphenevtdDCSnTilq1oxqhr_43Il3DliF2DfnlA0iOm-VPmCTpG6flKuVkshc9D9EkO8mwBTheKQjKV6d03CkcC7xeUZzLhhf6phbL9b5MiVn/s1600/Vampiro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM9ZACBP-hgSGbt51NBp4EdnVOXOxRP7m-wrhyphenhyphenevtdDCSnTilq1oxqhr_43Il3DliF2DfnlA0iOm-VPmCTpG6flKuVkshc9D9EkO8mwBTheKQjKV6d03CkcC7xeUZzLhhf6phbL9b5MiVn/s400/Vampiro.jpg" /></a></div> <br />
Miro el cuerpo inerte y escucho la voz que llevo dentro: Te equivocaste nena, lo siento.<br />
<br />
Coloco a la joven al lado de su chulo. Entrelazo sus manos y cruzo las piernas de la mujer en un intento de pudicia para su última escena, la imagen de ambos es cariñosamente apocalíptica. <br />
<br />
Tranquilo me doy la vuelta, me seco la boca con un pañuelo y abandono el callejón. Vuelvo a mis ruinas, la herida mortal que me ha asestado tardará unos días en curar. Duele y cada paso es una punzada hacía mi abismo. No es cierto que sea frío y desarmado, la conciencia me atormenta en muchos instantes. Yo no escogí ser lo que soy, me impusieron el castigo sin pedirme permiso. Vivo en un teatro en ruinas donde cada día estreno una nueva función tétrica. Dicen por ahí, que me alimento de almas. <br />
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Intuiciones de Luna Azulhttp://www.blogger.com/profile/11183679761084757111noreply@blogger.com0