martes, 23 de marzo de 2021

¡Buenos días!

 



“Lluvia de primavera; ¡pobre de aquel que nada escribe!”  Yosa Buson

 

Tras un año de retiro obligado, el tiempo va pasando factura y hay días en que al ánimo le cuesta remontar. Imprescindible que salga el sol y vayan floreciendo las plantas, oír el gorjeo de los jilgueros y el verdor de los campos tras la nevada. Hemos de comenzar a salir de este letargo.

Hoy tras una noche gélida sale el sol y parece que más fuerte. Igual que caldea las raíces de los árboles quiero que abrigue las mías. Y con una taza de café entre mis manos y de frente al astro rey, cierro los ojos y escucho como me habla el mundo que me rodea. Disfruto del despertar de la primavera. Pasan unos vecinos esbozados en sus mascarillas y nos saludamos con cordialidad. Es gratificante poder hablar, aún manteniendo los dos metros de distancia, poder comprobar que seguimos vivos superando aciagos meses.

Sigo frente al sol y noto su calor, pasa un desconocido, andando ligero, me saluda con timidez. Y a los diez minutos vuelve a pasar, con su zancada rápida. Cada cual activa su neurona y músculos como puede. Y tras otros diez minutos vuelve a aparecer, pero esta vez se detiene, con una leve sonrisa deja en el muro de la fachada un ramillete con bocas de dragón silvestres amarillos y margaritas. Sin mediar palabra le agradezco su gesto con una sonrisa. Retoma su camino y le despido con un ademán de la mano.

Recojo el ramillete y me meto en casa. Coloco las flores en un jarroncillo y enciendo una vela, prendo un Palo Santo. Poco a poco se esparce el humo llenando la habitación con su aroma dulce y leñoso, mientras susurro “Que el espíritu del Palo Santo limpie y proteja este hogar. Que esta madera sagrada atraiga a este hogar las mayores bendiciones y fortunas. Gracias. Gracias. Gracias.”

El día promete y siento como las cadenas que oprimían el arrojo se hacen añicos. Respiro con profundidad, la vida es bella si podemos vislumbrar los pequeños detalles de cada día y apreciarlos, porque esa es la felicidad, los pequeños y brillantes fragmentos de lo cotidiano.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario