Persigo la ternura del roce de tu mano sobre mi rostro.
En el día a día compartimos cómplices sonrisas
Y alguna que otra reprimenda ante nuestras diferentes maneras de mirar.
Rodeados del calor del hogar leemos
acompañados de las sombras bailarinas de la luz de las velas.
Y así, seguiré persiguiendo la miel de la vida,
no dejaré nunca de hacerlo.
El azúcar de las pequeñas cosas cotidianas
que son las que dan la felicidad.
La dulzura del beso al despertarnos.
La dulzura del beso cuando te vas.
La dulzura del beso cuando regresas
La dulzura del beso que con pasión me atrapa antes de mi cuerpo asaltar.
¡Quien busca otra cosa que no sea la dulzura!
cuando se tiene, nada importa,
sin valor queda lo material, obsoleto y abandonado.
Porque, en fin ¿qué es la felicidad?
La caricia de tus manos agarrando fuerte las mías
dándo seguridad,
cuando nuestras miradas se entrecruzan en la multitud,
y nos amamos con los ojos
sin que nadie lo pueda avistar.
Los intentos de hacer mi corazón reir cuando la lluvia
oculta al sol
compartiendo un calido chocolate , ambrosia del amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario