lunes, 12 de julio de 2010
EL DÍA QUE LLEGASTE A MÍ.
Ya casi enterré mis muertos
No siento el aroma de su piel
Como la luna en las gélidas noches de invierno
Un manto de hielo cubre mi hiel.
No hay lágrimas ni sufrimientos
Ya comienzo de nuevo a nacer
Las olas del mar tocaron mi alma
Le llenaron de un azul amanecer.
Oigo su murmullo en mis oídos
Siento sus besos y sus labios de miel.
No existe el tiempo ni lo pretendo
Como vino se irá otra vez.
Qué importa su breve aliento
Y que tal vez tarde en volverle a ver
Si con un solo minuto de su viento
Vuelve el alba, inunda todo mi cuerpo
E inunda todo mi ser
18- diciembre- 2005
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Jó!! niña, que preciosidad de poema.
ResponderEliminar¿Sabes? estoy segura que volverás a respirar su aire.