domingo, 12 de febrero de 2012
EL COMIENZO
No puedo resistir tu mirada gélida cuando me transmites que la hora ha llegado. Me besas en la frente insuflando aliento a la vez que me empujas al abismo. Tengo que saltar sin especular los resultados. He de ser como el loco del tarot que comienza su andadura ignorando donde acabará su gesta. Sé que será todo un aprendizaje.
Pero es imposible dejar a un lado los miedos y las dudas. Mi lunática imaginación me compensa esas experiencias que necesito cuando me siento estancada. Estoy enjaulada y lo sé. La llave se esconde dentro de mi corazón.
Abriré la puerta si me lo pides. Dejaré de ser la dulce y encantadora dama. Mostraré mis colmillos para ahuyentar las oscuras sombras. Clavaré las garras sobre aquel que intente impedir mi salto.
No me acuerdo de cuando por primera vez cogí un bolígrafo para escribir mis primeras letras creativas. Imagino que sería una adolescente con los sentimientos y las hormonas en el momento más delirante ¡Ha pasado tanto tiempo!
He empezado tantas veces y tantas veces he abandonado que dudo si podré hacerlo. Por donde iniciar todas las vivencias y circunstancias que han ido forjando mi carácter ¿Cuál sería el principio?
La apertura puede ser el aquí, ahora. Como el fénix, he de renacer de mis cenizas. Dejar libre el instinto. Es un buen comienzo reconocer la fiera confinada que me carcome. Dejaré la guarida e intentaré cazar mi sueño.
Ya planeando sobre el vacío, diviso el panorama como el águila. Casi no me lo creo pero la pluma está entre las manos. Son pocas las letras pero algo es algo. Espero que mi historia, que como otras muchas, supera la ficción, te enganche. No olvides que entre dicha narración siempre se filtrará cuentos de otros mundos o sueños con seres extraños. Nunca se sabe la línea que separa tan diferentes mundos e ignoramos lo que cada cual necesita en cada momento.
Así pues, mi nombre es María. Nací en tierra de ancestros de diferentes culturas. Una ciudad plagada de rincones recónditos, casas atávicas y calles laberínticas y empedradas. Aun hoy paseando por ciertas zonas te puedes sentir en un emporio medieval. Algunos amigos me dicen que es tierra de curas y militares; ignoran que también es de alquimia, cábala y nigromancia; de brujas, hechiceras, curanderas y celestinas; de leyendas, mitos, cuevas y criptas. Sobre estas rocas bien se puede hacer historias.
Sigues clavando tus ojos azules como diciéndome que puedo, que lo hago todos los días desde siempre. El vacío siempre esconde sorpresas y extraños caminos que nos guían a nuestro destino. Un innumerable sinfín de de sincronicidades que si las adviertes pueden hacer el milagro.
Agradezco tu impulso, el comienzo ha comenzado. Iré plasmando cada capítulo de las aventuras y desventuras de una humilde mujer de hoy al lado de la hechicera del pasado.
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