miércoles, 28 de abril de 2010
LOCO
Hay un loco cruzando el charco
al que me gusta escuchar
aunque su voz no quiere últimamente hablar.
Dicen que es gaditano en tierras americanas
que añora su mar Atlántico y sus playas.
Dicen que su mirada tristezas lanza
aunque una princesita le ayuda,
a seguir sonriendo en la distancia.
Dicen que tiene una amiga con mirada de serpiente,
y aguijón en sus palabras,
pero también dicen que si consigues tocar su alma
siempre, siempre será amiga.
Aunque no hables nada.
Y dicen, dicen por ahí que el sol comienza a salir al alba,
que hace calor, que florecen las palabras.
que la vida son sueños e ilusiones
y que sin tristezas no existirían ambas,
Y dicen que hoy me siento alegre y triste,
¿Loco porque te callas?
Si te picó mi aguijón.
Inmunizado quedaste ante mi mirada.
viernes, 16 de abril de 2010
ESQUIZOFRENIA
María mujer delgada, de tez blanca, ojos claros, rostro cándido y semblante frágil, es como una muñeca de porcelana. Ha tenido un año duro y Juan aprovechó su vulnerabilidad para asaltarla tras charlar un poco e indagar muy sutilmente. Ella ha puesto todas sus esperanzas en el cálido y fortuito verano y no le ha defraudado. Ahora comienza a respirar, a sentirse querida y mimada. Y cuando parece que todo comienza a recuperarse del mal fario de estos últimos meses va Juan y dice que se va, pero no por un tiempo, no, que se va y la deja, ha sido bonito mientras duro pero que todo se acaba como el verano.
Juan, hombre alto, de anchos hombros, facciones marcadas, ojos oscuros y talante seguro. Pronto vuelve a su rutina, a su vida, a su trabajo; ser maestro le permite dos largos meses de vacaciones en verano. Hace ya tres años que decidió que el estío era para dar un giro de ciento ochenta grados a su vida y luego volver otra vez a la rutina. Y así lo hace, es otro Juan, sugerente, apasionado, lujurioso. Busca su victima o protegida, según se mire. Sus criterios son siempre los mismos, mujer atractiva madura, que pasa o ha pasado un mal momento. Entre julio y agosto le da todo lo que él sabe que puede dar, tiene unas facultades innatas para la seducción, más años de aprendizaje con su esposa y otros amores de verano.
La familia de Juan le abandona en verano para irse a San Petersburgo, con sus suegros. Al principio él también iba pero sus suegros y él no congenian. Su suegra siempre ha dicho lo mismo de él a escondidas, lo ha podido oír cientos de veces a untadillas
- Tu marido es un ser misterioso, que oculta algo, es como si en una misma persona hubiera dos individuos muy diferentes.
- Por favor, mama no digas tonterías.
Y así es, ella es la única que le ha descubierto. Hace tres años Juan acordó que no iría a San Petersburgo, que haría un sacrificio y lo pasaría en soledad.
Tres años ya que en verano cambia su existencia cotidiana de profesor casado y con hijos por licenciado en historia soltero y con una especial delicadeza. Es maravilloso sentir como su conducta marital cambia. No tiene remordimientos, él es fiel en el amor a su esposa aunque no en el sexo. Esto ha hecho que renazca en su matrimonio un deseo casi extinguido, ansia el momento de tomarla en sus brazos a su regreso.
¿Y qué ocurre con las otras que entran en su vida cada verano? Él nunca las engaña, las dice que en septiembre se tiene que marchar que está de paso, no tiene la culpa de que alberguen falsas esperanzas, de que piensen que sólo la distancia los pueda separar. Cuando dice que se marcha es que todo vuelve, nada perdura; él también paga su despropósito, les regala sesenta días de su persona, con lo que conlleva de gasto físico y económico, les hace olvidar, despierta la ilusión perdida como el adolescente en su primer amor.
Ellas, cuando termina la quimera, reaccionan de muy diversas maneras. La primera le dijo que no quería más de él tampoco, no sabe si por despecho, pero según ella también había jugado con sus sentimientos por olvidar y pasarlo bien; ignoraba que el no juega con los sentimientos de nadie sencillamente se transforma como Doctor Jekill y Mister Hyde, no traiciona, es lo que siente y desea en esos momentos.
La segunda, mujer, visceral, cuando le dijo que se iba casi le saca las entrañas, y en aquel forcejeo, entre golpes y arañazos la tomo y la hizo el amor como si nada, dejándola en la cama como un ser derrotado y abatido, sabe que ella jamás le olvidara.
Este año el turno le llegó a María, quedó con ella en el parque, junto a la fuente, cuando la dijo adiós lloro desesperadamente, él seco sus lagrimas y la besó; se quedó atónita y él todo fresco, le suelta su retahíla, su discurso bien preparado. La cuenta que es su ángel de la guarda, que apareció cuando le necesitaba. Que la hizo olvidar a lo largo de estos dos meses todas las calamidades del invierno. Que recibió ternuras y amor. Hizo que recuperara el aliento perdido. Aquel amor de verano la haría más fuerte y él siempre la llevaría en su corazón. Las circunstancias mandan y debía abandonar todo, algo muy peligroso le rondaba; quería que sintiera que el héroe al que amaba era capaz de dejarla para protegerla.
Ignorante, el peligro era más inminente de lo que imaginó. María tímidamente se acerca al bolso para sacar su pañuelo, eso piensa Juan, que pudo pensar más bien poco pues una punzada de pronto le quemo sus entrañas, miro su mano y la vio ensangrentada, su impecable camisa blanca poco a poco iba adornándose de un circulo rojo cada vez mayor. María aun con lágrimas en los ojos le ha acuchillado con un pequeño abrecartas en forma de puñal, le besa sus labios y se marcha. Juan intenta a trompicones sentarse en un banco de madera que está cerca
.
Y allí en aquel banco solitario, aun sin entender muy bien lo que ha pasado, contempla las estrellas, admirando aquel majestuoso manto salpicado de pequeños farolillos mientras una inmensa oscuridad va inundando su cuerpo; todo vuelve a comenzar cuando acaba el verano pero para él ha sido el final. Mañana su esposa llegará, ansiosa por sentir sus brazos esperando deseosa el momento de acostar a los niños y volver a estar con Juan a solas; el reencuentro todos los años es desorbitado y cardiaco, como una noche de fuegos artificiales, pero este año la traca ha sido final y llega un día antes de lo esperado.
jueves, 15 de abril de 2010
CONVERSACIONES
Las charlas con contigo son para mí gratificantes, siempre saco algo bueno de ellas, algo me hace pensar, me surgen nuevas ideas y sobre todo se me revelan conceptos positivos, aprendo de cada una de nuestras conversaciones.
Hoy me has dicho que soy buena como persona pero mala como mujer. No me ha molestado, creo que me describe perfectamente, siempre fui más Lilith que Eva, siempre pensé que “hombres y mujeres fuimos creados iguales, y entonces debemos hacer el amor en posiciones iguales". Reconozco que mis técnicas de seducción no siempre funcionan pero tenerlas las tengo como las meigas, que haberlas “hailas”. También confieso que algún que otro de mis amantes fue más un ángel caído que incauto.
La sumisión no entra en mi vocabulario, siempre me revelé ante las ataduras e intentos de cambiar mi forma de ser o pensar, pero claro hay un conflicto, que como tú bien dices soy buena persona y no me gusta hacer daño al prójimo. Así pues ante tales extremos casi siempre salgo herida y mis venganzas nunca se llevan a cabo.
No soy una mujer fácil, amo intensamente y con pasión pero demando tal vez demasiado espacio, me exijo mucho tanto a mí como al que está a mi lado. Pongo el listón demasiado alto y el golpe es letal.
Preguntas si voy o vengo, pensé que venir siempre sería bueno, significa que me atreví a ir, vuelvo subida en mi coche, deleitándome con el cielo lleno de estrellas, con una sensación de serenidad y libertad que es lo que más me llena en este universo donde existimos; por eso te dije que vengo. Ahora tú me contestas que siempre vas, nunca miras atrás, ni vives en el pasado. Reconozco que llevas razón, que desde hoy quiero ir, siempre, evolucionar, que ir también es aventurarme y seguir paso a paso luchando por mi vida.
Me puedes llamar encantadora de serpiente, Lilith o Sherezade con las tres me identifico aunque no sé si en la práctica cumplo con sus temperamentos.
Quisiera ser la Sherezade de tus sueños, aquella que contándote historias te hiciera dormir, un sueño sereno y reconfortante; y en dichos sueños pasear por el parque del Tránsito, descubriendo rincones donde poder amar.
Soy un escorpión que pica pero no es mortífero, mi veneno a lo más que llega es a encandilar y te aseguro, que me hace más daño a mí que a los demás. Como Lilith pronuncie el nombre de Yahweh y volé lejos del paraíso y de Adán. Vivo en una cueva del mar Rojo donde paso los días escribiendo relatos para contar y por las noches contemplo las estrellas, y cuando hay luna llena le ofrezco mis conjuros para que la buena persona siempre, siempre esté por encima de la mala mujer.
Olvidaba contarte que según el mito, Lilith fue la primera mujer de Adán, que decidió irse del Paraíso, y también la primera mujer vampiro, imagino que ya lo sabes. Me gusta morder tu cuello, con ternura para que sientas que te tengo, pierdo la cordura cuando tú boca suavemente me muerde, a tus pies me rindo.
Quiero que seas el sultán de Persia que todas las noches demande a Sherezade su cuento y me hagas escribir sin parar desnudando mi alma. Y quiero que también desnudes la tuya para que yo siga aprendiendo e insufles ese viento fresco que me trae ideas y fábulas, sonetos.
Eres una de las pocas personas que me ha visto correr por el mundo sin barreras con la melena al viento.
martes, 13 de abril de 2010
SILENCIO
lunes, 12 de abril de 2010
CIAO
Aquí, bajo los rayos del sol, en una tarde de domingo de abril, necesito hacer hablar a mi corazón sobre el papel, guiadas las palabras por la mano que sujeta el bolígrafo. No sé muy bien como me siento, este último mes, me ausenté, me refugié en la cueva que todos, de vez en cuando, utilizamos para alejarnos, ante tal avalancha de novedades y circunstancias que me han bombardeado, a mí y a los míos.
Ante tales incursiones que me han desequilibrado un poco, he decidido retirarme de todo lo que me resta paz. Como hoy bien me dijo alguien acepta lo que ha pasado, lo que ya no volverá a ser, lo que realmente es aunque jamás hubiera pensado que era así; acepta y comienza a vivir tu nueva vida, sin ataduras del pasado, libre como nunca lo fuiste.
No te preocupes del futuro, pues será lo que tenga que ser, y vive hoy como si fuera el último de tu existencia, vive y respira; siente como el aire inunda tus pulmones, como el sol calienta tu alma y deja volar los retazos del pasado que te atraparon y te impedían avanzar; guarda los momentos felices y ya está.
“Adiós” y espero que este sea el último y el prime “Hola” a mi nueva y maravillosa vida en la que tiene cabida muchos de los de antes y debutaron muchos de los de ahora.
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